jueves, 3 de octubre de 2013

El Garzón más rojo llama a la revolución de la gente

Garzón, Grandes, Torres, Gálvez y Chamizo, en la presentación de Convocatoria Cívica. // LAURA LEÓNGarzón, Grandes, Torres, Gálvez y Chamizo, en la presentación de Convocatoria Cívica. // LAURA LEÓN
“Eh, tú eres un rojo”, le dijo un señor por la calle, a modo de insulto, a Baltasar Garzón. Ayer no estuvo ese Garzón rojo en la presentación deConvocatoria Cívica en Sevilla. Ayer, en la presentación de esta plataforma ciudadana liderada por andaluces, estuvo un Garzón más rojo todavía.

El exjuez de la Audiencia Nacional disparó contra los privilegios de la Iglesia: “Aquí no habrá un Estado laico hasta que deje de darse religión en las escuelas públicas”. Disparó contra la corrupción: “Es una vergüenza que se esté juzgando ahora a Carlos Fabra”, “que el presidente del Gobierno no aclare en el Parlamento su relación con Gürtel”, “que prescriban delitos como en los ERE”, en clara alusión a Alaya. Disparó contra el despilfarro de dinero público de los políticos: “Me encontré al ministro Soria en Buenos Aires haciendo jogging. Me ha encantado que no se celebren aquí los Juegos Olímpicos“. Disparó convencido contra el Constitucional: “¿Cómo es posible que el presidente del TC sea o haya sido militante de un partido?”. Disparó también contra la falta de transparencia -y otras cosas- de la Casa del Rey: “¿La marca España cuál es? ¿El caso Noos?”. Disparó contra los recortes del Gobierno: “Es una obligación democrática que la ley Wert no llegue a promulgarse“. Y disparó, sobre todo disparó, contra aquellos que dispararon a las 150.000 personas que aguardan aún la justicia en las cunetas: “Hay que repetirlo: 150.000. Que la ONU haya tenido que venir a decirnos que no cumplimos con las directrices internacionales es vergonzoso”. “La justicia en este país, deja mucho que desear”. “El gran error es pasar página sin haberla leído”. El Garzón más rojo, más radical, disparó sin nada ya que perder en un discurso en el que sólo dejó viva a la gente.

Esa gente que lo está pasando mal, la gente que no puede pagar el “puto autobús” para seguir estudiando, como denunció el catedrático de Economía Aplicada Juan Torres recordando una reciente experienciavivida por Concha Caballero. La gente que no se atreve a protestar y gritar que trabaja como un esclavo porque tiene miedo, lamentó el exdefensor del pueblo andaluz José Chamizo. La gente, como afirmó la escritora Almudena Grandes, que tiene que invadir la democracia y las instituciones. O esa otra gente a la que se le está esquilmando el derecho a la información, que expuso el periodista Juan José Téllez. La gente que sigue estando discriminada: “Nosotras, las mujeres, necesitamos más democracia”, concluyó la catedrática Lina Gálvez. En resumen: el acto fue una reivindicación de la gente.

Convocatoria Cívica, que ya fue presentada en Madrid el pasado julio, nace como una unión entre ciudadanos para intentar que los políticos asuman las propuestas de la calle. No son ni serán un partido político, repiten. “Se trata de una iniciativa contra la indiferencia y que brota de la indignación”, afirmó Garzón en su primera intervención pública en España después de que la justicia argentina pidiese la extradición de cuatro altos funcionarios franquistas. El exmagistrado abogó por que los problemas que afectan a los ciudadanos “no se resuelvan a puerta cerrada y como paquetes que se ofertan en un supermercado, donde los tomas o los dejas”.

No queremos volver a aquella España en la que al pobre se le decía que moriría ignorante“, 
destacó el exsecretario general de CCOO Antonio Gutiérrez. “Nos están privatizando la vida”, sintetizó Gálvez. Y luego “será demasiado tarde” para resolverlo, añadió Pilar González, que insistió en que pronto vendrá otro 4 de diciembre. Uno más. En el acto, conducido por Luis García Montero, también intervinieron Blanca Rodríguez, catedrática de Derecho Constitucional, y Federico Mayor Zaragoza -a través de un largo vídeo que terminaron cortando-. El más aplaudido después de Garzón fue Chamizo: “El sentido común hoy es ser absolutamente radical”, afirmó. Hubo llenazo absoluto: el salón de actos de la Facultad de Derecho acogió a asistentes -muchos sentados en el suelo- por encima de sus posibilidades. Como dicen que ha vivido toda esa gente. Los guardas de seguridad avisaron. Hay que cerrar. Y Garzón, el Garzón más rojo, se despidió llamando a la revolución. “Como la canción de Amaral”, aclaró.



OLIVIA CARBALLAR / FABIOLA NAVAS / Sevilla 

El joven cineasta marroquí que defiende la libertad para el Sáhara

La décima edición de Fisahara contará con la participación de Nadir Bouhmouch, un joven director de cine marroquí vinculado al movimiento 20 de febrero. 

Imagen del director marroquí Nadir Bouhmouch en 2011. Fuente: Wikipedia Commons
Imagen del director marroquí Nadir Bouhmouch en 2011. Fuente: Wikipedia Commons
Fisahara, el Festival Internacional de Cine del Sáhara, convoca cada año a directores de cine, actores, activistas y periodistas de todo el mundo. Durante cinco días, conviven en los campamentos de Dakhla (Argelia) con participantes y asistentes saharauis, entre proyecciones y talleres que dan forma al "festival de cine más remoto del mundo", como lo bautizó el diario The Guardian en 2010. Este año el festival contará con una presencia especialmente simbólica, la de  Nadir Bouhmouch. El joven director de cine, vinculado al movimiento marroquí del 20 de febrero, impartirá talleres a estudiantes saharauis y presentará su película documental, que cuenta en primera persona el movimiento ciudadano marroquí que surgió en 2011 y la represión con que las autoridades marroquíes respondieron a las demandas populares. 
La participación de Bouhmouch en el festival representa un gesto enormemente valiente, teniendo en cuenta hasta qué punto la ocupación del Sáhara es un asunto tabú en Marruecos. El director, que actualmente reside en Estados Unidos, es consciente de que su sola presencia en este evento podría acarrearle problemas a la hora de regresar a su país. Al preguntarle por las posibles repercusiones de su decisión, responde: 
Acudir a este festival representa mucho para mí. Ya he sufrido suficiente autocensura en el asunto del Sáhara occidental. Los refugiados con los que trabajaré allí son refugiados porque mi país, Marruecos, ocupa su tierra. Por eso es especialmente simbólico encontrarme allí con Guy Davidi, un director israelí que apoya la causa palestina. Mi deseo es que muchos más israelíes la apoyen, pero ¿cómo puedo desear esto y no esperar lo mismo de los marroquíes con respecto a los saharauis? Es casi lo mismo: un ocupante y un ocupado, una población colona y una población refugiada… Durante años me lavaron el cerebro para que creyese que el Sáhara Occidental es marroquí, pero ¿quién determina eso? ¿El rey Hassan II? ¿Nuestros canales de TV propiedad del Gobierno? ¿Nuestros libros de texto controlados por el Gobierno?
No seré más cómplice, con mi silencio, del régimen de ocupación marroquí del Sáhara Occidental. A partir de ahora, seré fiel y coherente en mi apoyo de la democracia, los derechos humanos y la igualdad. Condenaré la ocupación y seré una voz dentro de la sociedad marroquí que decide decir 'NO' al silencio, y al miedo. #LibertadparaelSahara 
La presencia de Bouhmouch, así como la de cineastas, periodistas y activistas de Egipto, Siria, Túnez o Palestina, busca contribuir a enmarcar el festival dentro de las luchas regionales por la libertad y la justicia que llevaron a la ciudadanía a reclamar sus derechos en las calles en 2011. De hecho, hay quienes establecen  el origen de la llamada Primavera Árabe en las movilizaciones del Sáhara Occidental en 2010.
'My Makhzen and Me', la película de Nadir Bouchmouch que se proyectará en Fisahara (8-13 de octubre), puede verse online:



Colombia - Iván Cepeda presentó nueva acusación en contra del expresidente Uribe

Choques de Iván Cepeda y Álvaro Uribe

 El representante denunció que el exmandatario destinó recursos a distrito de riego en Córdoba para beneficio propio y habría acumulado baldíos adjudicados a campesinos.

 
El representante a la Cámara, Iván Cepeda Castro, denunció que entre los años 2007 y 2009, el entonces presidente Álvaro Uribe tomó varias decisiones relacionadas con el manejo de los Distritos de Adecuación de Tierras o de Riego, que terminaron beneficiando 59 predios suyos y de su familia (1.469 hectáreas), ya que se otorgó un presupuesto mayor al distrito de riego Mocarí, del cual se benefician, con respecto a los dineros asignados a los demás distritos en otras regiones del país.
Los 59 terrenos están a nombre de la familia Uribe Moreno y de la Agropecuaria El Ubérrimo S.A.S. (cuyos socios son Lina Moreno, Jerónimo y Tomás Uribe), y las zonas de influencia del Distrito de Riego en las que se encuentran ubicados recibieron alrededor de 1.410 millones de pesos para su adecuación. Se ubican en los municipios de San Carlos, Montería, Cereté y Ciénaga de Oro.
Mediante el Decreto 732 de 2008, el Gobierno se atribuye la facultad de escoger los proyectos de adecuación de tierras, con el criterio de que fueran terrenos activos en materia agropecuaria, con el fin de fomentar la generación de ingresos a las familias dueñas de los terrenos.
Luego del nombramiento de Arturo Enrique Vega Varón, amigo cercano del expresidente Uribe, como director de Corpoica, el Gobierno a través del Incoder, celebró cinco (5) convenios con esa corporación para la rehabilitación, complementación, administración, operación y conservación de los distritos, desviando así el objeto misional de dicha entidad, según una auditoría de la Contraloría General publicado en 2011.
Corpoica destinó el 40% del presupuesto de los 11 Distritos de Adecuación existentes en el país al Distrito Mocarí, es decir, 5.800 millones de pesos.
Para el representante Cepeda, “es evidente que en estas decisiones medió un interés particular por parte del expresidente, quien a sabiendas de que se beneficiaría de manera directa de las mejoras y ampliaciones del distrito de riego Mocarí, dispuso lo pertinente para la asignación de esos recursos. Aquí se afectó el patrimonio público. Esa no es la actuación que un ciudadano espera del primer mandatario de la nación”, agregó el congresista.
En la información recaudada por el representante con respecto a acumulación de tierras, se encontró que Lina Moreno, Jerónimo y Tomás Uribe, adquirieron entre 1996 y 2003, a través de la Agropecuaria El Ubérrimo, 4 predios que fueron inicialmente baldíos adjudicados a campesinos en Montería (Córdoba). En este caso, los Uribe Moreno compraron más de una UAF y también fueron terrenos beneficiados con el Distrito de Riego Mocarí.
Del mismo modo, en 1994, la Agropecuaria de los Uribe Moreno adquirió un bien de reforma agraria en Montería, infringiendo la ley frente a la condición de transferencia del derecho de dominio únicamente a campesinos de escasos recursos o sin tierra.
Cepeda afirmó que “el hoy candidato al Congreso, Álvaro Uribe y su partido, Uribe Centro Democrático pregonan que una de sus grandes banderas para esta campaña es buscar que el Estado sea austero y transparente. ¿Con qué autoridad de carácter moral, el expresidente que se benefició de dineros públicos para sus predios levanta semejante consigna?”.
Por: Elespectador.com