La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) asegura que desde 2010 esta especialidad ha perdido más de 200 residentes.
La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) ha dado la voz de alarma ante la constante reducción de plazas para la formación de los Médicos Interinos Residentes (MIR). El colectivo ha denunciado que este año el Ministerio de Sanidad ha convocado un 12% de plazas menos respecto a 2010, siendo la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria la más afectada. Según la Marea Blanca, se trata de uno más de los pasos que ha dado el Gobierno en su “estrategia de privatización del sistema sanitario”.
En un comunicado, la FADSP señala que la “reducción drástica” de las plazas MIR ha sido muy significativa en el campo de Medicina Familiar y Comunitaria, una especialidad que “sufre una pérdida acumulada de 222 plazas desde 2010”. Esta situación pone en peligro la atención futura a los pacientes en la Sanidad pública, y contrasta con el hecho de que “de manera paralela las plazas de formación de especialistas en el sector privado se ha incrementado en el último año”.
El colectivo cree que la decisión del Ministerio de Sanidad de recortar la formación de los residentes es “un paso más en la estrategia de privatización del sistema sanitario” de la que ha hecho gala el Gobierno en los últimos meses. Es más, la FADSP asegura que “esta política de recortes en las plantillas actuales y futuras de los centros públicos y de apoyo al sector privado condicionará” la atención a los pacientes.
Se producirá “una importante pérdida de la capacidad de prestar atención en el sistema sanitario público en los próximos años, que pondrá en riesgo la calidad de la asistencia y la atención a las necesidades de los pacientes”, afirma la Marea Blanca.
Asimismo, el colectivo remarca que también habrá “una profundización de los problemas de capacidad resolutiva de la Atención Primaria, que irán asociados a mayores costes, aumento en las listas de espera en hospitales y el abandono de las actividades de promoción y prevención propias de la AP, y que constituyen la base y el eje de nuestro sistema sanitario”.
“Evidentemente este Gobierno no apuesta por la potenciación de la Atención Primaria como estrategia para afrontar la crisis”, critica la FADSP, que dice que a todos estos recortes hay que sumar “los despidos del personal interino y eventual, el adelanto de la edad de jubilación obligatoria de los facultativos a los 65 años (mientras se retrasa a los 67 años al resto de trabajadores, incluyendo a los que trabajan con grandes esfuerzos físicos)”, y una tasa de reposición del 10% (que ni siquiera se alcanza).
Todo ello “va a suponer una reducción de las platillas de los centros sanitarios públicos de entre un 17% y un 20% en los próximos años”, concluye la FADSP.
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