Pese a que Matisyahu no hace una declaración pública en defensa de la paz, el Rototom rectifica y decide volver a programar su concierto. BDS considera que es una decisión provocada por el “lobby sionista” 
El festival de música Rototom Sunsplash ha podido dilapidar su prestigio ganado a pulso en sus 22 años de vida (cinco de ellos en Benicàssim) por una serie de decisiones que, una tras otra, han confundido a su público. El origen de toda la polémica está en la actuación del cantante estadounidense Matisyahu al que grupos de apoyo al pueblo palestino acusan de estar en contra de los derechos humanos.

La falta de firmeza del festival y la permeabilidad a las presiones exteriores se ha hecho evidente al cancelar la actuación de Matisyahu atendiendo a las demandas de la campaña del Boicot Desinversiones y Sanciones para Israel (BDS) que propugna el boicot a Israel. Posteriormente, ha sucumbido a las del lobby sionista y ha vuelto a incorporar al cantante a su programación.  Los organizadores han tomado, como mínimo, tres decisiones erróneas.

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