domingo, 13 de octubre de 2013

Especial - El discurso de Pepe Mujica que "pegó" en el mundo entero y otros




El movimiento político de Forcades y Oliveres llama a construir la república catalana del 99%

El Procés Constituent arranca una etapa de “expansión”, debate y desobediencia civil con un acto multitudinario en Barcelona
LALI SANDIUMENGE Barcelona 

Vista general del acto central del proyecto 'Procés constituent'.- EFE

Vista general del acto central del proyecto "Procés constituent".- EFE

"Haremos la revolución y la volveremos a hacer". El estribillo del tema que canta Lídia Pujolinspirado en una frase de la filósofa francesa Simone Weil pone el punto y final al acto central en las fuentes de Montjuic de Barcelona para celebrar los seis meses de vida del Procés Constituent , el movimiento político de ruptura impulsado por la médico y monja benedictina Teresa Forcades y el economista y pacifista Arcadi Oliveres, y arrancar una primera campaña política bajo el lema "Construyamos la República Catalana del 99%".
"Haremos la revolución y la volveremos a hacer", corea ella, vestida de negro y gris con el hábito severo de su orden pero moviéndose y batiendo palmas al ritmo de Talkin' Bout a Revolution de Tracy Chapman, en cuya adaptación al catalán ha colaborado.
No se trata ni de un partido político ni de un mitin electoral, pero como suele pasar últimamente ahí donde Forcades y Oliveres están presentes la asistencia cuadriplica al menos el número de sillas que se han instalado en la plaza, cerca de un millar. Los asistentes no exhiben ni banderas ni banderolas, sino pancartas reivindicativas ("Ya hemos delegado bastante, ahora somos los protagonistas"), aunque algunos llevan la camiseta roja del Procés Constituent y la mayoría una pequeña pegatina en forma de círculo con la C de su logo. Los diez puntos de su manifiesto fundacional, que no programa, se reparten en pequeños folletos de cartulina: el primero, expropiar la banca privada; el último, salir de la OTAN.
"Nos están tomando el pelo de tal forma que no sé qué mundo vamos a dejar a nuestros hijos"
La llamada del Procés Constituent ha llegado a mucha gente y muy diversa, de distintas edades e ideologías. Entre los asistentes se encuentran veteranos sindicalistas y activistas, pero también personas de a pie apolíticas hasta ahora. Este es el caso de Anna, una barcelonesa de 34 años, que trabaja de lo que puede y con "minijobs", que ha acudido por primera vez a un acto del Procés Constituent con su pareja y su hijo de tres años y ha contribuido con su aportación a financiar el acto, ya que el Procés Constituent no cuenta con subvenciones.
"Hace falta que nos unamos. Nos están tomando el pelo de tal forma que no sé qué mundo vamos a dejar a nuestros hijos", se lamenta. Tampoco Eneko, un vasco de 35 años afincado en Barcelona, había asistido antes a un acto aunque seguía el movimiento desde que se dio a conocer hace seis meses. "Lo que más me interesa es la idea de no competir con los partidos y crear puentes, porque es lo más difícil. Somos el 99% pero estamos divididos", resume.
"El Procés Constituent no es un partido político, es un movimiento político, que no es lo mismo. Es una base para que los movimientos sociales, los sindicatos y los partidos políticos trabajen juntos. Es una oportunidad y así debe ser vista", matiza el economista Vicenç Navarro, uno de sus fundadores, justo antes de subir al escenario y sentarse junto con otros nombres populares del activismo social y el mundo cultural catalán que lo integran y apoyan, desde Marta Sibina y Albano Dante, editores de la revista Cafèambllet, y Esther Vivas y Josep Maria Antentas, de Revolta Global-Esquerra Anticapitalista, a Marta Afuera, portavoz de la PAH Girona, el abogado Jaume Asens, el cantante Gerard Quintana o el payaso Jaume Mateu (Tortell Poltrona), que actúa maquillado y en ropa de trabajo de inusual maestro de ceremonias.
"El Proceso Constituyente es un espacio de lucha donde coger fuerza y tomar el control"
"El Proceso Constituyente es un espacio de lucha donde reencontrarnos, reorganizarnos, coger fuerza y tomar el control", resumirá más tarde Sibina.
Aunque la gran cantidad de personas que intervienen en el acto pone de manifiesto que se trata de un movimiento plural y transversal sin jerarquías, Oliveres y Forcades vuelven a ser hoy el punto de referencia y el centro de atención de los periodistas. Él abre el acto propugnando uncambio radical del sistema político, económico y social; ella lo cierra tres horas después anunciando el lanzamiento de una campaña para la construcción de una "República Catalana" que adopta el eslogan de "we're the 99%" (frente al poder del 1%) popularizado por el movimiento Occupy de Estados Unidos y retomado por el 15M en España.
Vicenç Navarro, el más aplaudido, explica con números porque ni este Estado español ni esta Catalunya "escasamente democrática y muy poco justa" es la suya: "No podemos tolerar que un burgués viva cinco años más que un trabajador en paro. Uno de cada cuatro catalanes es pobre cuando el país es rico".
 El acto de hoy -celebrado justo seis meses después que se dieran a conocer y lanzaran su manifiesto fundacional- pone punto final a una primera fase de "culminación" del movimiento y supone el arranque de una segunda etapa de "expansión". Aunque no han conseguido los 100.000 apoyos que Forcades pronosticó -han superado de momentos los 45.000- sí cuentan ya con una red de cerca de 90 asambleas por todo el territorio catalán. "Lo valoro muy positivamente. No se trataba de una campaña de recogida de firmas virtuales", apunta Forcades.
Forcades propone ya en su discurso dos fechas de acción concretas: el 16 de noviembre, para debatir y profundizar sobre la noción y los pasos para llevar a cabo un proceso constituyente en Catalunya, y el 30 del mismo mes, cuando se llevaran a cabo simultáneamente acciones de desobediencia civil por todo el territorio catalán.
"Construir quiere decir que tendremos que trabajar y eso exige sobre todo compromiso; construir nos necesita a todos y todas", insiste de pie ante el micrófono, mientras los asistentes aplauden y silban. "Lo más delicado para que el proceso siga adelante es potenciar la diversidad. Nuestra riqueza es que no pensamos igual", añade.
El objetivo común es reunir a todas las fuerzas progresistas y a esa mayoría social indignada y harta de sentirse estafada en un objetivo común: el de conseguir una mayoría suficiente para presentar en las elecciones catalanas del 2016 una candidatura unitaria que pueda disolver el Parlament y convocar una asamblea constituyente. Para ello, acaba Forcades y canta después Lídia Pujol, hará falta hacer una revolución y luego, volver a hacerla.

Asesinan a defensor de derechos humanos que denunciaba los "falsos positivos" y los abusos del ejército en el Meta


  
El pasado 10 de octubre fue asesinado por sicarios, en el municipio de Acacias el abogado Ricardo Rodriguez Cajamarca, conocido por defender personas de sectores sociales vulnerables y denunciar detenciones masivas y judicializaciones a partir de montajes a campesinos, realizados por el Ejercito, la Fiscalía y otros organismos de inteligencia del Estado colombiano.

Ricardo había apoyado a comunidades campesinas para que denunciaran los empadronamientos y amenazas que realiza el Ejército Nacional. Fue Personero de La Uribe en dos periodos, durante los cuales declaró en numerosos procesos judiciales que adelantaba la Fiscalía contra campesinos acusados de rebelión, desplazamiento forzado y terrorismo; Ricardo intentaba demostrar que los falsos testigos acusadores de la Fiscalía General de la Nación conforman un cartel de informantes a sueldo, al servicio de las Fuerzas Militares.


Como personero y defensor de derechos humanos, Ricardo Rodriguez Cajamarca hizo fuertes denuncias ante la comunidad nacional e internacional sobre asesinatos, desapariciones y judicialización de campesinos a manos de la fuerza pública. También denunció la estigmatización de la que son objeto los campesinos que viven en regiones con presencia de las Farc.


"Era un hombre demasiado humano, sufría al observar el panorama desolador de miseria y hambre que soporta el pueblo colombiano y particularmente los niños; rechazaba todo acto de corrupción y desplazamiento forzado". Afirmó el abogado Rodolfo Ríos Lozano, compañero de trabajo de Ricardo. (...) "Quienes conocimos a Ricardo, sabíamos que él sólo tenía enemistades con quienes denunció por crímenes y persecuciones contra la población civil, particularmente contra campesinos del municipio de La Uribe y el corregimiento de La Julia en el departamento del Meta, falsamente acusados de ser guerrilleros y colaboradores de la insurgencia, por lo tanto no vacilamos en afirmar, que su asesinato es un crimen de Estado cometido por elementos militaristas al servicio de las fuerzas oscuras".


Finalmente el abogado Ríos responsabilizó al gobierno de Juan Manuel Santos por este homicidio.


Periodistas del mundo se capacitan sobre Crimen organizado en Río

Los periodistas paul Radu, de Rumania, y Xanic von Bertrab, de México, destacados ponentes en la Conferencia. Foto: Guadalupe Lizárraga/Los Ángeles Press
Los periodistas paul Radu, de Rumania, y Xanic von Bertrab, de México, destacados ponentes en la Conferencia. Foto: Guadalupe Lizárraga/Los Ángeles Press
Por Guadalupe Lizárraga
RÍO DE JANEIRO, Brasil.- “Gobiernos débiles en complicidad con el crimen organizado es lo que están padeciendo las ciudadanías del mundo, y los periodistas de investigación podemos actuar en diferentes niveles transfronterizos en los que operan los criminales”, señaló en Paul Radu, periodista de Rumania, en el marco de la Conferencia Global de Periodismo de Investigación, que tiene lugar en Río de Janeiro, del 12 al 15 de octubre.
Radu, especialista en investigar crimen organizado y corrupción en Europa del Este, enfatizó en la importancia de que los periodistas orienten sus proyectos de trabajo a la prevención del delito por las mafias y no sólo investiguen en reacción a los crímenes ya perpetrados. En este sentido, contó el caso de la Red Bingo (The Bingo Network) que, junto con otros colegas, pudo descubrir lavado de dinero y corrupción disfrazada con casinos de juego que iban a montar criminales juzgados y sentenciados en Rumanía que gozaban de impunidad.
“Cubriendo temas de corrupción y crimen organizado en el Siglo XXI” fue el título de la sesión en la que también participó la periodista independiente Xanic von Bertrab por México con el caso de corrupción y sobornos millonarios de Wal Mart en ese país.
Bertrab explicó las peripecias que tuvo que hacer para dar con la información que le negaban los administradores de la trasnacional en México y de cómo fue rastreando los datos y documentos con más de 120 páginas cada uno, investigando también el país de origen de la trasnacional, Estados Unidos.
La periodista, ganadora del Premio Pulitzer con esta investigación, destacó que la experiencia más importante obtenida en el éxito de esta investigación fue por una parte fue aprender a ubicar cada una de las etapas del proceso periodístico, y por otra la paciencia de guardar el secreto de la investigación hasta que sea el momento de publicarla.
En este escandaloso caso de corrupción internacional, la trasnacional Wal Mart obtuvo permisos en tiempos récord y permisos para construir en sitios arqueológicos (Teotihuacán) a sabiendas de que México es un país corrupto, dijo Bertrab.
Ambos periodistas, en la conferencia, coincidieron en que el crimen organizado trabaja transfronterizamente por lo que pueden moverse muy rápido los criminales con los recursos en diferentes países, pero que también ésta era su debilidad, dijo Radu. “Los periodistas podemos moverse tan rápido como ellos, aunque no tengamos sus recursos, si seguimos las pistas que van dejando en otros países por la vida que requieren crear, incluso para sus familias”, señaló.
La Conferencia Global de Periodismo de Investigación dio inicio en Río de Janeiro, Brasil, con la participación de más de 800 periodistas del mundo que se especializan en corrupción y crimen organizado, base datos, uso de softwares y aplicaciones para investigaciones sensibles.
Entre los ponentes y talleristas se encuentran periodistas de prestigio internacional que trabajan con los proyectos de los participantes orientándolos en las mejores y más seguras formas de hacer sus investigaciones. Se inauguró el evento con la conferencia sobre El estado global del Periodismo de Investigación, con David Leight (The Guardian), Rana Sabbagh (reportera árabe par Periodismo de investigación de Jordania), Gustavo Gurriti, (Reporteros de Perú) y Mzilikazi wa, (Times) África.
Los coordinadores del evento fueron Global Investigative Journalism Network, la Asociación Brasileña de Periodismo de Investigación (ABRAJI) y el instituto de Prensa y Sociedad (IPYS) de Perú.
Los Ángeles Press fue distinguido con una beca por sus proyectos de investigación sobre tráfico humano (Guadalupe Lizárraga) y redes de narcotráfico en regiones indígenas (Sergio Ferrer) gracias a IPYS y a José Luis Ávila (esposo de Nestora Salgado García, activista mexicoamericana encarcelada por el gobierno mexicano por organizar a las comunidades indígenas en la defensa de sus derechos humanos).
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Cruz Roja advierte un aumento de la violencia ante continuidad de medidas capitalistas

Un estudio realizado por la Federación Internacional de la Cruz Roja reveló que las políticas capitalistas impuestas en Europa han llevado a que 43 millones de personas no puedan comprar comida por sus propios medios.
El estudio, que se basó en datos de 42 sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja en 22 países de Europa, señaló que se trata de la peor crisis social de las últimas seis décadas, resultado de las medidas neoliberales impuestas por los respectivos gobiernos, aceleradas durante los últimos 4 años por el dictado de la Troika (Comisión Europea, Fondo Monetario Internacional y Banco Central Europeo).
Según los datos de la Cruz Roja, durante el período entre 2009 y 2012 el número de personas que han recibido alimentos de las organizaciones de ayuda en 22 países de Europa aumentó en un 75 por ciento.
“Hemos notado un fuerte aumento de personas que vienen a nuestros centros de asistencia pidiendo medicamentos porque no se los pueden permitir”, advirtió Bekele Geleta, Secretario General de la Federación Internacional de la Cruz Roja.
La investigación indicó que actualmente millones de europeos viven en la inseguridad y la incertidumbre.
Comparado con 2009, millones de europeos más se ven obligados a hacer cola para conseguir comida, no pueden comprar medicinas, ni tienen acceso a la salud. Millones de personas no tienen trabajo y muchos de los que todavía lo tienen enfrentan dificultades para mantener a sus familias debido a la insuficiencia de los salarios y la subida de los precios.
Por otra parte, el representante de la Federación, Pierre Kremer, señaló que en el viejo continente “aumenta el número de pobres” y “los pobres se hacen más pobres”.
“En unas condiciones en las que el número de pobres aumenta, se eleva el riesgo de discriminación y de incremento de la violencia”, dijo Kremer, a la vez que añadió que “si hoy no tomamos las medidas contra esa crisis social que observamos en varios países, la violencia seguirá aumentando”.
La imposición de duras medidas capitalistas desde principios de 2008 ha provocado un enorme descontento social entre los pueblos europeos, que han protagonizado multitudinarias manifestaciones para mostrar su repudio al neoliberalismo.
LibreRed

Al detalle: La sonda Mars Express capta fotos de Marte de alta resolución

La Agencia Espacial Europea ha publicado nuevas fotos marcianas de una calidad sin precedentes, tomadas por la sonda Mars Express. Las imágenes retratan la garganta marciana Hebes Chasma y la cadena de cañones que la rodean.

 

Hebes Chasma es una garganta cerrada de casi ocho kilómetros de profundidad que se extiende 315 kilómetros de este a oeste y 125 de norte a sur. Se ubica a unos 300 kilómetros al norte del gran complejo de cañones de Valles Marineris.

Los orígenes de Hebes Chasma y los cañones están ligados a la cercana región volcánica de Tharsis, donde se halla el Monte Olimpo (Olympus Mons), el volcán más grande del Sistema Solar.

 
 
 


Texto completo en:  actualidad.rt.com

Jarsia: la cara más social e integradora del derecho andaluz

Pastora Filigrana es mujer, gitana y uno de los tres socios de Jarsia Abogados, una cooperativa que lleva poco más de año y medio en funcionamiento. 
Tanto su proyecto empresarial como su filosofía de trabajo se centra en prestar atención jurídica a los movimientos ciudadanos y las asociaciones para velar por los derechos fundamentales de la ciudadanía.

Pastora Filigrana es mujer y gitana. Una cara visible de ese 1% de las personas de etnia gitana con estudios universitarios que, tras años de carrera en la abogacía, decidió emprender junto a dos socios y crear una cooperativa de abogados. "El abogado es el autónomo por excelencia y a nosotros nos gustaba la idea de crear una cooperativa porque nuestra filosofía de trabajo también lo es y queremos trabajar en esa dirección". La crisis ha reformulado el mundo de la abogacía y en Andalucía poco a poco se van creando despachos de abogados bajo esta fórmula jurídica. "Creo que por ahora hay cuatro en activo. Dos en Sevilla, una en Granada y otra en Málaga", apunta esta sevillana firme defensora de los derechos sociales y de la mujer. 
"En mi familia, mi hermana y yo somos la primera generación con estudios superiores", explica. "Nos han animado muchísimo y poco a poco hay más mujeres gitanas con estudios, el porcentaje es mayor respecto al hombre gitano", apostilla. Un 80% de las personas de etnia gitana que acceden a la universidad son mujeres. Son datos de la Asociación de Mujeres Gitanas Universitarias, entidad a la que Filigrana ha pertenecido. "Mi paso por la Federación me orientó quizás a elegir la vertiente más social del derecho", afirma. 
"Con el pueblo gitano sigo trabajando realizando asesoría jurídica para las asociaciones", cuenta. Jarsia Abogados ha impulsado un proyecto innovador (cuenta con la categoría de I+E de la Consejería de Economía e Innovación) trabajando con asociaciones de vecinos, culturales y pequeños sindicatos. Según Filigrana, "nos centramos en la defensa del trabajador, aunque también llevamos casos penales, civiles y administrativos". Algunos de los colectivos con los que trabajan son, por ejemplo, las unidades locales del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), la CGT, la CNT o Ecologistas en Acción. 
Antes de impulsar esta cooperativa, estos jóvenes abogados ya formaban parte de laAsociación de Juristas 17 de marzo, por lo que siempre han mostrado una especial sensibilidad hacia el compromiso político y social de su profesión. "Como creemos en la función social de la vivienda, que además es un derecho fundamental, hemos defendido los derechos de las familias de la Corrala Utopía", cuenta. "Como observadores de los derechos humanos queríamos defender una causa en la que creemos y que visibiliza la situación en la que se encuentra ahora la ciudadanía para acceder a la vivienda", añade. 
Pastora abunda en un tema de especial trascendencia estos días, más si cabe cuando el Tribunal Constitucional ha admitido a trámite un recurso del Gobierno central que paraliza el Decreto antidesahucios impulsado en los últimos meses por la Junta de Andalucía. "Sólo en el centro de Sevilla hay 22.000 viviendas vacías. Eso nos da una pista de cómo la vivienda se está utilizando con fines especulativos", explica. "El decreto no es la panacea porque realmente la solución tiene que llegar por los niveles legislativos más altos. El Gobierno central tiene la obligación política y social de legislar respecto a este tema", remarca. Para Filigrana, "la salud o la alimentación, como la vivienda, no se pueden someter al poder adquisitivo", sostiene. 
Esta abogada admite que emprender no es tarea fácil: "Supone toda una labor de investigación burocrática. En aquel momento acababa de cambiar la Ley de Cooperativas y los mismos técnicos de los servicios de la Junta y el Ayuntamiento tenían dudas. Fue una decisión personal y estamos contentos porque, por ahora, hemos ido cumpliendo el plan de empresa que elaboramos con los servicios de emprendimiento de la Junta especializados en cooperativas". 

Sáhara - Gritos mudos contra el muro olvidado

Al menos 2.500 personas han sufrido los ataques de las minas antipersonas colocadas en los alrededores del muro de 2.700 kilómetros que separa los territorios ocupados por Marruecos de los liberados.
Diversos colectivos realizan acciones para llamar la atención sobre esta problemática, mientras que el trabajo de desactivar los artefactos corre a cargo de organizaciones independientes.

Daha Bulahe en el campo de refugiados de Dajla / Gabriela Sánchez.
Daha Bulahe en el campo de refugiados de Dajla / Gabriela Sánchez.
Aquel artefacto era diferente. Daha había desenterrado otros muchos a lo largo del mes y medio de voluntariado en la zona de Tifariti, pero este no era como los anteriores. "Salía líquido de su interior. Sabía que no estaba seguro, aunque tardé en lanzarlo para atrás". El tiempo, su consciencia y su memoria se frenaron por unos segundos. Y despertó: estaba de pie al lado de un arbol, su mano sangraba. Después de años de trabajo junto a las víctimas mutiladas por minas antipersonas, le habían convertido en una de ellas.
Daha Bulahe es una de las 2.500 personas que, según la Organización Acción contra la Violencia Armada, han sufrido los ataques de los millones de minas antipersonas desperdigadas en los alrededores del segundo muro más grande del mundo. "Solo sé que la lancé antes de su explosión. Si no, las heridas hubiesen alcanzado el resto de mi cuerpo", relata en una conversación mantenida con eldiario.es frente a una de las jaimas de sensibilización levantadas con motivo del Festival de Cine del Sáhara (FiSahara).
Además de trabajar como administrativo en el centro para heridos de guerra Mártir El Sheriff de Rabuni, Daha participaba en un grupo de voluntarios de los campamentos formados para desactivar estos pequeños asesinos materiales de saharauis. Aquel día perdió todos los dedos de su mano derecha. "El coche se averió por el camino y tardamos tres días en llegar al Hospital de Argel. Perdí mucha sangre".
En sus cinco meses de ingreso las complicaciones se acumulaban en su cuerpo y en su mente. "Al principio no quería relacionarme con gente, tenía mucho miedo. Pensé que no podría trabajar más, me daba vergüenza. Pensé muchas cosas que en realidad no eran", dice Daha. Con el tiempo le ofrecieron un empleo y se dedicó por completo a la lucha contra las bombas escondidas en el desierto. Hoy trabaja en la Asociación Saharaui de las Víctimas de Minas Antipersonas (ASAVIM).
Tiene 53 años, pero sus cinco décadas han dado para demasiado. Su estropeado rostro lo desvela. Nació en El Aiún. "En El Aiúnn, El Aiún. En el de verdad, en el nuestro, en el Sáhara Occidental", se apresura a matizar, como suelen hacerlo muchos saharauis cuando hablan de las ciudades cuyo nombre coincide con el de alguno de los campamentos de refugiados situados en el desierto argelino. Aquellas ciudades que no pisan desde hace casi cuarenta años.
Tenía 15 años cuando empezó a luchar con el ejército del Frente Polisario contra la ocupación marroquí. "Vi muchas cosas que nunca hubiese querido ver", rememora Daha, mientras trata de olvidar. "Todo cambió de manera radical. Mi familia y yo vivíamos en el Sáhara Occidental de forma acomodada pero con la llegada de los marroquíes se acabó todo", explica Daha quien en la actualidad vive en el campo de refugiados de Auserd (Tindouf, Argelia). En Auserd, Auserd, no. En el de "mentira". A la espera del referéndum de autodeterminación prometido por la ONU en 1991.
Hoy en día varias organizaciones trabajan en la desactivación de las minas, entre ellas la Acción contra la Violencia Armada que desde 2006 identifica los campos de minas que representan un peligro potencial para el pueblo saharaui, proceden a su eliminación gracias a equipos especializados sobre el terreno y aportan formación sobre la remoción de los artefactos.
Minas entipersonas localizadas en las proximidades del muro / Plataforma gritos contra el muro
Minas entipersonas localizadas en las proximidades del muro / Plataforma gritos contra el muro
Daha Bulahe arriesgó su vida en 1994 por intentar despejar de minas los alrededores del muro de 2.700 kilómetros que separa los territorios ocupados por Marruecos de los liberados. Recientemente han surgido otros grupos de activistas que se acercan cada vez más al "muro de la vergüenza".
El colectivo juvenil "Grito contra el muro" busca alzar la voz contra una de las barreras más silenciadas. Con este objetivo nacieron en enero de 2013 cuando realizaron la primera manifestación frente al muro. La idea es hacer una protesta cada mes y, por el momento, la cumplen. "Al principio no teníamos experiencia y hacíamos la concentración muy alejados, pero vimos que nuestros gritos no llegaban a los soldados marroquíes ni a la Minurso -la misión de la ONU para el Sáhara Occidental- y cada día nos acercamos más", explica Alimajtan, uno de los activistas.
Su intención es instalar en el muro una bandera saharaui. Conocen los riesgos. "¿Qué vamos a temer? ¿Qué podemos hacer? Tenemos que romper el silencio. Todo el mundo menciona todos los muros menos el nuestro. Si morimos, morimos por nuestra causa", continúa. Denuncian agresiones por parte de la policía marroquí y la "indiferencia de la Minurso". "Están siempre a su lado, ven que disparan hacia la gente que se manifiesta pacíficamente y no hacen nada para evitarlo", asegura. "Nosotros por ahora seguimos en la línea de la lucha pacífica pero ellos también lo deben ser".
Gritan, pero también siembran. Otra de las ideas surgidas para visibilizar el muro y las minas que lo rodean viene de la mano de Mould Yeslem, pintor saharaui que tiene como objetivo plantar una flor en cada mina. Las flores son de madera y están hechas por diferentes personas que han querido colaborar de forma altruista en la creación de una rosa personalizada. "Es otra forma de decir 'basta ya'. Con esas flores exigimos nuestros derechos", dice el creador de la idea, Moulud Yeslem.
Gritan, siembran, cuentan su historia. Buscan llamar la atención, hacerlo como sea. Se sienten ignorados y muchos de los miembros de organizaciones de derechos humanos saharauis ruegan ser escuchados. "Aprovechamos el FiSahara como ventana al mundo, acordaros de nosotros. Tenemos muchas ideas pero no podemos hacerlas para nada, necesitamos repercusión", decía al despedirse uno de los activistas saharauis que claman la eliminación del muro de la vergüenza.

Nota: Esta cobertura de eldiario.es en el Sáhara es posible por la invitación de FiSahara. La organización del festival corre con los gastos del viaje.

eldiario.es

Los nuevos hogares españoles, un retrato desde la crisis actual (+ Fotos)


2-Una familia en frente de la Corrala Utopia recoje agua en todo tipo de envases para aprovisionarse
Una familia en frente de la Corrala Utopia recoje agua en todo tipo de envases para aprovisionarse.
Texto y fotos: Wendy Inarra (*)
Al llegar a Bollullos Par del Condado, en la ciudad de Huelva en España, es evidente la construcción de casas como una línea sinfín de dóminos gigantes abandonados, casas nuevas y sin propietarios. De seguro, son de algún Banco o de alguna inmobiliaria, éstas últimas, en un completo debacle. En toda España se ha construido tanto, que se han agudizado los espacios que han originado manchones urbanos con interminables edificios, urbanizaciones y vecindarios fantasmas.
Una compleja situación socio económica que dio lugar a la llamada burbuja inmobiliaria. Que no es más, que la adquisición de un inmueble cuando este era accesible por todo aquel que tenía un puesto de trabajo. Que lo pagaba por lapsos de décadas y a crédito bancario. En definitiva con un dinero que no existía. Tanto se ha construido que España, es el país europeo que más viviendas vacías acumula. Sólo para tener una idea, según los datos del periódico Diagonal, en Andalucía – región de este reportaje –, existen 17.914 hipotecas y 637. 211 casas vacías.
Hoy en día casi nadie compra un inmueble, por tanto los bancos y las constructoras inmobiliarias y las que ofrecían el productor final, han entrado en quiebra. En los últimos años familias enteras, por miles, han optado por entrar sin permiso a éstos inmuebles y habitarlos. No pagan nada a cambio, porque no tienen trabajo. Por tanto, es considerado un acto ilegal y en el colectivo imaginario les dicen Okupas. Los casos son interminables. O, no pueden pagar un alquiler, o están hipotecados con algún banco.
De una de esas tantas casas oKupadas, salen Zara y su hijo. A modo de broma ella mira a su pequeño y le dice “polaco, mira que sucio estás quillo (chiquillo)”, por lo rubio que es, y más porque ha jugado en la calle, entonces tiene la carita completamente cubierta de tierra. Es cuando Zara lamenta que llevará agua por varias calles para bañar a su pequeño. En esas casas a pesar de ser completamente nuevas, no tienen el servicio de agua y electricidad. Ambos, me llevan  hasta “su casa” y Zara con una sed de informar, empieza a relatar su situación porque dice que ningún medio les ha visitado. Emocionada llama a varias vecinas y su sala –con muebles que han recogido de la basura–, de pronto está repleta de mujeres que viven en la misma situación. Cada una con una historia diferente. Reconocen ser amigas de toda una vida y que ahora les toca vivir la difícil situación de ser una okupa.
Zara es la portavoz de las vecinas, trae y lleva la información que les interesa desde plataformas sociales que en España nacieron como una urgente necesidad. Con su dulce y típico acento andaluz, relató “Es que no doy más mujer, tela de aguante… Se me acabó el cobro de 400 euros que el Estado me daba por los malos tratos que recibía de mi pareja. Con mi familia no me llevo bien, entonces fue que decidí venir con mi hijo a vivir a estas casa vacías. Hace cinco años que estoy haciendo un trámite con el ayuntamiento (alcaldía) para que me otorgue una casa. Y como vi que estas están vacías, decidimos entrar a habitarlas. Era eso o vivir en la calle”.
Cristina, contó que su pareja también la golpeaba. “Me hecho a la calle, lleve al niño a vivir conmigo. Un tiempo estábamos en el parque y como no tenía como alimentarlo. Volvimos porque no me quería dar la custodia y tuvimos una niña más. Pero de pronto él se quedó sin trabajo, era albañil y como todo aquello paro, pues no tenemos más dinero. Por eso decidimos venir a estas casas porque ya no teníamos para el alquiler”. Y, todos los días su suegro le lleva comida. “Nosotras queremos que sepa el mundo entero si es posible, como vivimos. La policía viene y nos atemoriza por habitar en estas casas. Y estamos jartitas ya (muy cansadas) de que los políticos nos mientan tan descaradamente y encima se lleven los millones de euros pa´ su casa”.
Lorena es otra de las vecinas. Tiene dos niños y un día toda su familia quedó desprotegida sin trabajo y no pagó más el alquiler de 330 euros. “Me denunciaron por no cumplir el pago. Nos fuimos a vivir con mi suegra y en una habitación dormíamos todos. Así que decidí ir a una casa de okupa con mi familia. Llegó la guardia civil (policía) y me esposaron, me echaron a la calle y me vine nuevamente de Okupa a este barrio. Ser madre okupa no es fácil, mis hijos fueron al médico por la fuerte depresión en la que entraron porque que la policía nos trato como delincuentes”.
En cada ciudad española hay una Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH) y estas mujeres pertenecen a la central de Huelva; a pesar de no estar hipotecadas es la única institución con las que dicen sentirse representadas. Pero, no pueden ir a las asambleas, acampadas (huelgas) o manifestaciones, porque no tienen con qué movilizarse. “Han venido aquí, pero, nos piden que vayamos a la Asamblea en Huelva, no podemos y lo peor es que ni sabemos de las noticas porque no tenemos un televisor, además no hay luz en estas casas”.
Organizadas y con ganas de luchar por alimentar a sus hijos, todas ellas cada día buscan chatarras en los basurales, en el campo y en los contendores. El chatarrero les compra el kilo a 0,15 céntimos, y al día seguros tienen entre tres y cinco euros. “Todo tipo de fierros y latas nos sirven. Por una botella grande y llena de chapas de aluminio de las latas de refrescos nos dan 80 euros. Pero cuesta tela (esfuerzo) juntarlas. Lo hacemos porque no queremos que nos quiten a nuestros hijos, porque si se enteran de que no podemos darles de comer, viene alguien del ayuntamiento u otra institución y nos lo quitan argumentando que somos madres incapaces de criarlos”. Todas las mujeres coincidieron que si viene alguien y les hecha, sea quien sea, lo siguiente que harán será buscar otra casa desocupada. “Y si de ahí nos echan pues buscaremos otra y así, hasta que tengamos nuestra propia vivienda”.
De pronto, todas callan, me miran y preguntan. “¿Y, en vuestros países sucede esto?” Qué difícil situación poder explicarles… No tienen medios de información y muy poco o casi nada se dijo en España de los últimos proyectos en Latinoamérica, con respecto a la entrega de viviendas a familias necesitadas, concretamente. La demás información sólo trata de desastres naturales y muertos en algún accidente. Los grandes medios nunca mencionaron de los logros en educación u otros. Cuando lo hacen, salpican con mala leche una intención de voto para perpetuar una disque dictadura. ¿Cómo explicarles a éstas mujeres lo de la Gran Misión Vivienda en Venezuela? Que exactamente ya son 445.245 nuevas casas para las familias necesitadas. Misma iniciativa en Argentina con casi 1.024. 491 entre casas habitables y refaccionadas que beneficiaron ya a más de cuatro millones de habitantes. En Bolivia, con el Programa de Vivienda Social anunciaron que para 2014 prevén entregar 53.150 casas. En Ecuador la entrega de casas se realiza a través de una Ley de suelo, hábitat y vivienda. Oscilan por miles las entregas con proyectos como para inmigrantes retornados, reasentamientos, urbanos marginal, rurales, en fin. En términos sencillos se los expliqué y sorprendidas dijeron “que afortunados sois”.
Zara y yo nos vamos, 30 cuadras más abajo en el mismo pueblo. Al llegar señaló algunas calles y dijo  “a esta le dicen la calle del medio, estamos en la urbanización tres de abril. Aquí vivían más de 78 familias okupas, muchas se fueron y las que quedan, no se van porque tienen niños”.
En la calle del medio jugaban varios niños – la imagen se quedó en la memoria –, tres pequeños corren detrás de una pelota con la bandera española. De las puertas salen varias cabezas y no todos quieren hablar. Dicen tener vergüenza al contar su realidad, otros no tienen tiempo y prefieren permanecer sentados y ver el campeonato de los pequeños jugadores.
Hasta que Virginia, tímidamente se acerca y dice que su esposo y sus cuatro hijos, viven en una de éstas casas. Ella pagaba su alquiler de 250 euros y un día su marido perdió el trabajo. También era albañil. Y dijo que alimentaba a sus hijos con comida de caridad, “me entregan un día en Caritas, otro en la Cruz Roja. Mi marido pide a su madre todos los días un litro de leche, a la tía un paquete de lentejas y a la otra otro poco de papatas y así; combatimos todas las semanas, día a día”. Termina de hablar y la mueca de un llanto se cierra en una mirada seca. Recordó que si la policía viene no le quedara más remedio que buscar otra casa, abrirla y meter a su familia. “No puedo permitir que mis niños duerman en la calle. En estas casas nos ayudamos mucho los unos a los otros. No tenemos ninguna ayuda del gobierno, el paro completamente terminado y sólo nos queda aguantar”.
A lado, en otra casa está Vanesa, es la única que se atreve a hablar del salón de su casa que tiene llena de gente. Aclaró que no quieren hablar porque tienen vergüenza al estar sin trabajo y en una casa que no les pertenece. “Mi padre falleció y mi madre con el pago por viudez, nos mantenía a siete bocas en su casa, pues mis familiares no podían conseguir trabajo. Me vine por la desesperación que tenía. Mis amigas se metieron dos días antes de mi decisión y dije pues si esta vacía y yo necesito una casa, ahora esta es mía. ¡Tenemos derecho a una vivienda! – gritó – Estoy en la lista de espera en el ayuntamiento para ver si me pueden otorgar una vivienda social y ya han pasado casi cuatro años”.
Los vecinos cuentan que los dueños de la inmobiliaria vendieron las casas y con cuotas de inicio, se fugaron y hace dos años que las casas están deshabitadas. Todos tienen la esperanza de quedarse con sus nuevas casas, llegando a un acuerdo con algún Banco o inmobiliaria que se les acerque y demuestran que realmente son los dueños de estos inmuebles. Sin instalación de luz y agua, para contrarrestar en las puertas tienen tanques de agua y un generador común de electricidad para las horas puntas del día.

La Corrala Utopía, un edificio símbolo de lucha en España

Regresando a Sevilla es imposible dejar de conocer el inmueble de propiedad del Banco Ibercaja, en teoría. Porque inicialmente trece mujeres hace más de un año decidieron tomar el edificio. Sin permiso de nadie y por la sola necesidad de vivir bajo en techo, trasladaron a sus familias. La historia de ellas es completamente diferente a los casos en Huelva, la mayoría de los vecinos en La Corrala Utopía –como bautizaron a su nuevo hogar – están hipotecados con algún Banco.
Al contrario de mantenerse en el anónimo y hasta orgullosas de hacerle frente a la actual crisis española, hace más de un año, en la Corrala Utopía se organizaron 36 familias, 40 niños (dos recién nacidos). Todas las familias ya no tienen paro, con trabajos eventuales de por horas a lo que llaman chapuzas. La única arma que tienen, son sus protestas. Ubicado en pleno centro de Sevilla, en la Zona de la Macarena, vistoso por los letreros en contra de los banqueros y políticos, está la corrala. Antiguamente por corrala se conoció en la región de Andalucía, a un vecindario en común. Llama tanto la atención las protestas de estas familias que marcaron una agenda en varios medios internacionales como New York Times, Tags Zeitung, la revista francesa Grazia.
Entre las vecinas está el caso de Manuela Cortez, quien luego de perder su trabajo hace tres años se quedó endeudada con una hipoteca mensual de 380 euros que pagaba al Banco Bankinter. Un día, “no tenía ni para comer, el Banco subastó mi casa y como nadie lo compró, ni siquiera por mucho menos de lo que yo estaba pagando, éste lo pasó a manos de una inmobiliaria”.
Decepcionada cuenta que al firmar el contrato por la compra de su casa (60 m2), “la letra chica nunca se lee, con tal que una firme, el Banco te lo pinta todo bonito, que si le entra sol, que si tiene terraza, que si tiene cochera y con tal de tener un techo, pues una firma lo que no sabe”. De los 85.000 euros que en realidad costaba ese inmueble y al incumplir los depósitos, el Banco le cobró un interés, del interés, y de éstos, sus intereses; y el departamento al final le llegó a costar alrededor de 118.000 euros en total.
Lo próximo que sigue es la cruda notificación del Banco a través de una carta, haciendo conocer al propietario que será desalojado por el impago de sus cuotas. “No hubiera aguantado que me saquen de mi propia casa como un perro. Entregué las llaves, hundida, decepcionada, agobiada y avergonzada, no tenía donde vivir. Y fue así que me contacte con el centro de información de viviendas del 15 M-Sevilla. Un buen día decidimos habitar este edificio, que es nuestro hogar”. Y rompe en lágrimas cuando recuerda que en cualquier momento la policía podría sacarles, por el delito de ocupar un edificio ajeno. Actualmente todos los vecinos están imputados y hacen declaraciones en los Juzgados, por tal hecho. Manuela, al mes sólo recibe 480 euros que el Estado le paga por su viudez. Con este monto compra la comida de sus tres hijos mayores y una nieta.
También allí viven Toñi Rodriguez y su hijo. Está enfada, indignada y con el típico movimiento de manos que caracteriza a la mujer andaluza, tal como si estuviese bailando un flamenquito, por tanto –según ella– la mujer más mediática, contó, “las familias de la Corrala, hicimos tapas en algunos medios internacionales; pero en España los medios nos han dado cobertura plena, un día vino una periodista y llorando como una niña pequeña nos dijo que todo lo que le contamos nunca se lo permitirían publicar, porque el medio tenía una importante publicidad con uno de los Bancos, que éstas familias le reclaman su hipoteca”.
Toñi, también está hipotecada. “Mi madre (Ana) casi no sabe leer, nadie en nosotros es profesional o algo. Ni siquiera sabíamos lo que estábamos firmando. El Banco Popular le puso el contrato en frente, ellos lo único que quieren es que firmes, para que todo te descuente de tu cuenta bancaria, mes tras mes, sin saber si algún día esto se cortaría y se cortó pero a tope. Todos perdimos el trabajo, al cabo de meses le llegó una carta a mi madre por el incumplimiento de pagos, fue entonces cuando se enteró que estaba pagando alrededor de 1200 euros por mes. Y hoy en día no sabemos cuanto más se debe, ni siquiera lo averiguaremos, ni mucho menos los pagaremos, no porque no qusieéramos, es que no podemos”. A Toñi se le nota valerosa, pero cuando caminamos por toda su casa, en la sala todavía tiene todas sus pertenencias en un sinfín de cajas empaquetadas y es cuando se derrumba, porque cree que en cualquier momento pueda llegar alguien del Banco (Ibercaja) propietario del edificio o en su defecto la policía para desalojarles. Tiene miedo abrir las cajas porque prefiere tenerlo todo, tal como si en cualquier momento, pudiera estar listo para  escaparse, en busca de otra vivienda.
Toñi, su hijo, su madre y su padre. Todos viven con 600 euros al mes que el Estado les paga por la enfermedad terminal del abuelo. Ana (la abuela) recuerda que su peor tormento de vida lo pasó luego de que les llegó la carta del desahucio. “Entregamos las llaves al Banco y durante una semana vivimos en las plazas y en portales de los edificios para no pasar frio. Mientras tanto supe que a mi casa, no dejaban de llover las cartas de notificación desde el Banco. No sabemos del monto total, seguro es demasiado, porque el Banco te asfixia, te mata, te chupa la sangre y los intereses no tienen límite… ¿Cómo vamos a pagar si no tenemos ni para comer, estamos retrocediendo, esta es la Europa actual, estamos sin techo, si hemos vivido en España por encima de nuestras posibilidades es gracias a los políticos y a los banqueros”.
Un caso distinto de otra vecina, en la Corrala Utopía, es el de Aguasanta Piero, no está hipotecada con ningún Banco, simplemente, no podía pagar más un alquiler. “Trabajaba de camarera y ganaba 900 euros, un día perdí mi empleo y mis tres hijos y yo nos vimos en la calle, fue así que sin pensarlo dos veces me vine a este edificio, porque supe que estaba abandonado y que familias enteras se estaban mudando. No tenemos luz, ni agua y sólo un  grifo callejero, esa es nuestra única fuente de vida. Cada fin de semana acotamos un euro para echar gasolina al generador para que los niños vean televisión los fines de semana. Por tanto, no estamos enteradas de noticias”. Aguasanta tiene la esperanza que de La Corrala nadie la sacará. “Ni los policías, ni nadie y que todo se va a solucionar. Es más yo no tengo mis cosas en cajas de cartón como las otras familias, este es mi hogar y de aquí nadie me saca”.
Como era de esperarse a la Corrala se sumaron familias de otras nacionalidades. Aguasanta recuerda a Dario un colombiano quien también estaba hipotecado y que él ayudó a conseguir la leche benéfica para los 40 niños de la Corrala. “Siempre estaba pendiente de todos nuestros niños, marchaba en nuestras protestas. Se fue a Francia para ganar algo de dinero y poder reagrupar a su familia que todavía está en Colombia, hace tres meses vino un familiar y nos dijo que había fallecido buscando trabajo”.
Otra situación es el caso de A.T., quien por temor a su familia en Ecuador, pidió no ser identificada para que no enteren que está viviendo clandestinamente en una Corrala. “Llegue a España en 2002, no me interesaba tener papeles (documentación en regla), vine por un año y quede embarazada, por lo que mi estadía se prolongó hasta el día de hoy. Siempre trabaje en negro (sin seguridad social) y cuando mi niño tenía siete años, empecé a preocuparme por mis papeles. Mi pareja A.N., es el titular de la hipoteca porque él tenía papeles”.
Esta familia actualmente no tiene ingreso alguno y al igual que la mayoría en la Corrala, se alimentan en los comedores de beneficios sociales, piden víveres a las iglesias, ongs y toda ayuda cuanto venga. Se hipotecaron en 2005 por un piso del cual pagaban mensualmente 245 euros. Él (A.N.) ganaba cerca a los 2000 euros, cuidaba los portales en los edificios y ella otro sueldo. “Estábamos recontra bien – recuerdan – ¡uh… Viva la vida! Con buenos trabajos, hacíamos giros mensuales de mucho dinero a nuestras familias, comíamos y vestíamos muy bien”. Hasta que en 2010 él quedó sin trabajo.
Sobre la hipoteca ella resalta una y otra vez como si quisiera retroceder el tiempo para impedir que su marido firme el contrato con el Banco. “No leímos las cláusulas en letra chica del contrato con el Deustche Bank, según nos explicaron años después, decía que  anualmente nuestro piso costaría según como el Estado subía el IRPF, nuestro piso subió exorbitantemente de precio”. En España el IRPF es el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Incluye todos los ingresos declarables, rentas por trabajo y del patrimonio de cada individuo. Esta renta en realidad le sirve al Estado para hacer retenciones anuales del ciudadano. Y de 245 que costaba nuestro piso mensualmente, “nos cobraron 456 y posteriormente hasta 600 euros. Fue así que un día decidimos entregar las llaves al Banco y desde entonces nos unimos a la corrala”.
(A.N.) determinó que la única posibilidad de salir de esta pesadilla es que a él le salga el trámite de la doble nacionalidad. “Sólo así me puedo permitir viajar como español a Inglaterra con mi esposa y mi hijo, dicen que allá hay buenas oportunidades. Queremos olvidarnos de este tormento que nos toco vivir en España. Me arrepiento en el alma haber firmado mi hipoteca. Ya, queremos cerrar los ojos y olvidarnos de la deuda (150.000 euros), no pensamos pagarla y de seguro que ya es mucho más por los intereses”. Ambos piensan que todavía no es hora de volver a Ecuador. “Aunque dicen que está bien allí y el presidente está regalando tierras, pero no queremos volver con nada y que la gente y la familia se nos rían. Tenemos esperanza que recuperarnos, todavía”
Al cabo de nacer La Corrala Utopía, en toda España cientos de familias han copiado la manera de habitar inmuebles nuevos y vacios. Algunas Corralas ya no existen, por el desalojo forzado de la policía. Quienes en conjunto con algunas empresas cerrajeras han volteado todo tipo de puertas, habidas y por haber, con tal de que la familia que vivía en una casa hipotecada y por el sólo hecho de no pagarla más, tenían que estar la calle.
Y otras corrales nacen como a la que bautizaron como Armonía, presentada oficialmente por el 15M-Sevilla en Alcalá de Guadaira. Se trata de otro edificio entero que hace pocos semanas fue ocupado por 25 familias; entre ellos 31 niños y tres embarazadas.
3-Alejandro en un centro comercial en quiebra cuenta su historia sobre su desahucio hipotecario
Alejandro en un centro comercial en quiebra cuenta su historia sobre su desahucio hipotecario.

¿Desahucios inclusive a discapacitados?

Hace dos meses, el caso que me llamó la atención es sin duda el de Alejandro Tapia, un joven sevillano de 20 años, quien en su corta edad ha recibido como herencia la hipoteca de su madre al fallecer. Cuando lo vi en la televisión en el programa El Gran Debate (actualmente sin emisión), el periodista dijo “tener la carne de gallina” por los dramáticos casos que arroja la crisis económica en España.
“Muchos años y sufrimiento, me llamaba el banco para pedirme el dinero era una auténtico infierno a todas horas del día y me pedían el total de la deuda 70.000 pagos y 50.000 por cuotas judiciales que me toca pagar, en total 120.000 euros. Los compañeros de la plataforma (PAH-Sevilla) me han ayudado a iniciar la denuncia al Banco, yo pienso que nadie debe sentirse avergonzado de su hipoteca. No me quedo tranquilo, aún después de hablar con el Banco (BBVA) porque hasta que no existan resultados no espero nada positivo de ellos. Aún así, mi futuro lo sigo viendo igual, con sufrimiento y una deuda de por vida a pesar de que ya no viva en ese piso (departamento) toda la vida”.
Hace tres meses Alejandro recibe una pensión mínima de 547 euros que de ese monto destina el 75 por ciento que va a la residencia donde le cuidan y que el gobierno incluso lo pretende recortar. “Mi lucha acaba de comenzar seré el primero al pie de cañón en mi silla de ruedas. Gente no me digáis que preferís ver la tele que ir a protestar, ese fútbol que patrocinan los Bancos que nos explotan y nos esclavizan. El Gobierno no puede darnos la respuesta tan sólo rezar”.
Una camiseta que iderntifica este tipo de viviendas -okupadas- advierte que estas familias un dia lo tuvieron todo.
Una camiseta que iderntifica este tipo de viviendas -okupadas- advierte que estas familias un dia lo tuvieron todo.
¿Cómo surgió la crisis española?
Para entender la crisis económica europea y española en concreto, hay un orden de inducción y la responsable, es La Troika. Así se conoce en la jerga comunitaria (Unión Europea) a la especie de triunvirato que representa al continente cuando se habla de las relaciones internacionales y particularmente de su política exterior. De mayor a menor: La Troika está conformada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo, y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Estas tres en relación con los políticos de turno que gobiernan algunos países en Europa; más la banca privada; más las empresas constructoras e inmobiliarias; todas ellas, dieron rienda suelta a la llamada burbuja inmobiliaria especulativa en el mercado de bienes inmuebles. En otras palabras, un sinfín de casas que podían ser adquiridas por la gente fácilmente, estaba al mando de una diestra y siniestra, especulando que sería de por vida sostenible. Hasta que en 2008 estalló una consecuencia, la misma que la gente claramente en sus protestas, lo únicos afectados – y terminando el orden inductivo –, la identifica como una estafa y no una crisis.
El logro personal más grande que estos vecinos reconocieron fue aprender a escribir en algunos casos, a manifestarse en las calles y a navegar en el Internet debido a las convocatorias de las marchas y huelgas cortas. En su blog la corrala Utopía dice: “Nosotros los de las Corralas somos un símbolo de la especulación bancaria y la corrupción inmobiliaria, convertimos este edificio en un lugar lleno de vida y de lucha por el derecho a la vivienda propia, estas pueden ser las últimas y más importante batallas de la Corrala (contra el Banco Ibercaja, comprador del inmueble). Protestamos porque somos los de abajo y los de arriba quieren aniquilarnos. ¡No a la dictadura bancaria en la que vivimos! Banca privada que fue salvada con el dinero público del pueblo español (22.000.000.000). ¿Cuál será el futuro de nuestros hijos? ¡Porque la Utopía es posible! ¡No nos rendimos!”.
Gracias a este entramado geopolítico-económico y que todo fue por salvar al euro, éstas familias, viven casi en el umbral de la pobreza extrema. Están desprotegidos, sin trabajo, sin comida; en el imaginario de la sociedad, se les conocen como desahuciados hipotecados. Nada más triste que definir al pueblo de a pie, de este modo. Este término que implica terminación total de una existencia. La vida en la nada misma. El último registro del gobierno de Mariano Rajoy, lanza la más cruel marca records de todos los tiempos en la historia de España, con casi seis millones de personas sin empleo. Pero sin trabajo y sin casa, decenas de miles se mantienen en el anonimato; o terminan suicidándose en otras ciudades. Un agobio extremo que los propietarios ven como última salida por el impago de sus viviendas. Agobio, del cual un único responsable es aquel que prefirió salvar a la banca y a sus mercados, por muy encima de la gente de a pie. En definitiva, vale más para la Troika, el capital que el mismo hombre. Tú lo sabías Fidel, y un día lo citaste “el capitalismo es una selva, es el hombre enemigo del hombre, el hombre saqueando al hombre, el hombre contra el hombre”.
Se estima que cada día se producen 500 bajas hipotecarias en España y en los últimos años se ha sabido de suicidios por decenas. Sólo basta buscar en cualquier servidor de internet y la lista de muertes en España, por el agobio económico, es trágica. Lista a la que se suma no solamente el afectado hipotecado; sino también en muchos casos los que avalaron el hecho de conseguir la vivienda a través del Banco, quienes también quedan, según el contrato, en la calle. Hace tres semanas, según el periódico Diagonal, en la ciudad de Madrid una mujer (Amparo) de 45 años residente en una vivienda de la Empresa Municipal de Vivienda (EMV) en el barrio de Carabanchel, cita, “se quitó la vida en la mañana del 17 por la amenaza de ser desahuciada por su hipoteca, el hecho ocurrió poco después de recibir una carta de la EMV en la que se le exigía el pago de una deuda de 900 euros. Al parecer, la fallecida vivía con seis hijos, tres de ellos menores, de 8, 12 y 15 años, y tres nietos. Tanto Amparo como su marido se encontraban en paro, sin la posibilidad de hacer frente a los pagos”.
Gema Delgado del periódico Mundo Obrero argumentó que “en lo que va del año 119 personas se suicidaron, incapaces de superar la impotencia de ver cómo echan a su familia a la calle por no poder pagar la hipoteca al banco. En España hay 1.737.900 hogares en los que no entra ningún ingreso. Si una familia tiene que sacar para comer tres veces al día de la nada absoluta, y además pagar la luz, ¿la calefacción? ¿el teléfono? el comedor de los hijos, aunque lleven bocadillo ¿las tasas de la universidad?, ¿los gastos de comunidad?, etc, etc., y encima la hipoteca de unas viviendas que acaban costando el doble de lo que valen en el contrato de compra, es difícil salir adelante”
Por otro lado, y ya que menciono a algunos medios. ¿Cómo los medios de extrema derecha y monárquicos manejan mediáticamente este tema? Evidente, de por medio están las grandes firmas de los Bancos y empresas transnacionales, o en sus editoriales o en sus columnas ampulosas o en sus tapas “revistas”. Así por ejemplo el ABC motiva al lector con titulares como “Las ventajas de encontrar una hipoteca `online ´” o cómo “La banca sana también busca comprador para sus inmobiliarias”. Pero en ningún momento se identificarán con un nuevo suicidio que hubo en alguna ciudad española por culpa de las hipotecas. Como ejemplo de lo anterior, y mencionando nuevamente a la corrala Utopía, ABC tituló funcionalmente, “desmantelada la acampada de la corrala la Utopía en la calle San Fernando”, u otra recientemente “quien de verdad necesita vivienda puede salir de la Corrala”. En esta
El tema hipotecario, sólo es la punta del icerberg. Esa es la historia de la gente de a pie, noble sencilla, por un lado. Pero, ¿Qué culpa tienen ellos de tener unos políticos que viven la farsa más grande de una Europa en debacle? De que Mariano Rajoy –por ejemplo- cada día tenga constantes amenazas del “buchón” Luis Bárcenas (extesorero del PP y actualmente en la cárcel) amenazando a la cúpula del poder de decir cómo es que llegaron los más de 48 MM de Euros a los bancos en Suiza. Pero no, el actual gobierno, por ejemplo el pasado 24 de mayo dio vigencia luna nueva Ley de emprendedores, que beneficiará a ciudadanos extranjeros con permiso de residencia, no obstante, la letra chica de la misma dice: “Si  compran al menos dos millones de euros en deuda pública española o una casa cuyo valor sea superior a 500 mil euros”. Es más que admitido el tipo de migrante que prefieren.
En el pueblo nacieron movimientos sociales y la crisis motivó grandes inspiraciones para reclamar por sus derechos perdidos uno día a día. E inventaron todo cuanto se pudo en las calles para hacer notar que no están de acuerdo con el actual Gobierno, que no hace otra cosa que imponer lo que la FMI y Alemania le dicen. La Troika. En una de estas marchas hubo un letrero que motivo hasta al propio de Eduardo Galeano. “Si no nos dejan soñar, no les dejaremos dormir”.
Cuanta razón tenía Rafael Correa cuando en la Cumbre Iberoamericana (Cádiz) en diciembre pasado les dijo a los anfitriones del Gobierno y la Monarquía española, “El salvataje a los bancos privados con dinero público en 1999, profundizó la crisis en Ecuador, no cometan los mismos errores. Que la gente se quede sin casa y con deuda es la supremacía del capital sobre el ser humano. Lo que hace notar que estamos en el peor de los mundos cuando pensamos que hay gente sin casas y casas sin gente”. Pero era como si no lo hubieran tomado en cuenta. No por nada todas éstas y una interminable lista de desahucios se producen todos los días en España.
(*)Wendy Inarra es estudiante boliviana del doctorado en Procesos de la Comunicación en la Universidad de Sevilla, España.
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