Los
niños que se desplazan entre las fronteras de Grecia, Macedonia, Serbia
y Hungría, solos o con sus familias, deben “recibir una protección y
ayuda adecuadas”.
Así lo exigió
este martes Unicef en un comunicado, donde pidió también que sus
solicitudes del estatus de refugiado se procesen de manera “rápida y
justa en los cruces fronterizos, con un seguimiento y aplicación
apropiados”.
Según
Unicef, las autoridades en Europa deberían aplicar las leyes y
políticas existentes para salvaguardar y proteger los derechos de los
niños que huyen de la guerra de Siria, Afganistán o Pakistán.
Por ello,
reclamó que todas las acciones destinadas a los niños migrantes estén
guiadas por el interés superior del menor, “en cada paso del camino”.
Alrededor de 3.000 personas pasarán cada día a través de la antigua República Yugoslava de Macedonia, estimó Unicef.
Un tercio de ellas son mujeres y niños, y cerca del 12% de las mujeres están embarazadas.
Según
las cifras del Ministerio del Interior de Macedonia, el 80% vienen de
Siria, mientras que un 5% procede de Afganistán y el 5% restante de
Irak.
Desde el mes
de junio, más de 52.000 personas se han registrado en el Centro de
Recepción de la frontera en Gevgelija, a la que entraron desde Grecia, y
se estima que otros muchos están en tránsito por el país sin haberse
registrado.
Muchas
familias llevan meses viajando con sus hijos, soportando días bajo un
sol abrasador, prosiguió Unicef, y están exhaustos físicamente y
necesitan desesperadamente un lugar para descansar.
Sufren deshidratación, ampollas, resfriados, diarrea y quemaduras solares.
Por ello,
UNICEF realiza seguimiento sobre el terreno y trabaja con las
autoridades locales a fin de asegurar una correcta atención a los niños,
reporta servimedia.
También ha
enviado a la ciudad de Skopje depósitos de agua y dos carpas de 72
metros cuadrados. Los depósitos, cada uno con capacidad para 30.000
litros, permitirán a las personas que se dirigen al centro el acceso a
agua potable, que ahora está limitado a agua embotellada, y también
puede ser usada para el aseo personal, ya que aún no se han instalado
lavabos.
Las carpas se
usarán como espacios amigos de la infancia, y la primera que ya se ha
instalado atiende a 50 niños a los que proporciona materiales
educativos, de arte y de ocio.
Desde que se inauguró el 23 de agosto ha recibido a 1.200 niños, entre los que Unicef también reparte comida.