El juez Garzón en la Facultad de Derecho de Sevilla. // LAURA LEÓN
Dice Baltasar Garzón que duerme poco y que, a diario, comete un grave error: no hace gimnasia. Su nuevo domicilio es un avión. “Ahora hago cosas importantes para mí, como la lucha por los derechos humanos y la transparencia. Y sí, sigo viendo amanecer y anochecer y sigo siendo el mismo. Echo mucho de menos Andalucía. Soy un hombre de raíces y aquí recuerdo una etapa de mi vida preciosa”, afirma. En Encuentros con Canal Sur Radio, dirigido por Inés Alba, el exjuez de la Audiencia Nacional conversa con el director de Andalucesdiario.es, Antonio Avendaño; Lalia González Santiago, del Grupo Vocento; y Miguel Ángel Fernández, jefe de contenidos de Canal Sur Radio de Informativos y Programas. Éstos son los diez asuntos sobre los que respondió Garzón el pasado miércoles, horas antes de la presentación en Sevilla de la plataforma Convocatoria Cívica.
1. LA JUSTICIA
La justicia no es igual para todos. Lo importante es luchar por conseguir un mundo mejor, lo dice la Constitución de EEUU. Pero yo creo que eso es una aspiración de todos: el derecho a la felicidad. Puede ser buscando el estado del bienestar, el buen vivir o el derecho a la felicidad, de muchas maneras. Al final, la aspiración que todo ser humano tiene por mejorar y por encontrar un mundo más apacible. En ese sentido, es difícil que la justicia sea igual. Si la aplican seres humanos aunque sea en base a unas normas, es imposible. Las circunstancias son diferentes. Que un caso se resuelve de una forma y otro, aparentemente similar, se resuelva de otra. Es la esencia del derecho, de la voluntad y de la interpretación. Creo que vivimos en un mundo complicado. La justicia no es igual para todos, por ejemplo en las dictaduras. Esa la anulación de la justicia: una justicia vicaria, sometida, no puede ser justa, ni siquiera para aquellos a los que da la razón. Pero lo grave es cuando en un sistema democrático la justicia renuncia a ser justa y se vuelve burocrática, corporativa, alejada de los ciudadanos, se mira el ombligo a sí misma y lo único que busca es estar por estar sin entrar a fondo en los problemas de la sociedad, sin mezclarse con la sociedad. Eso es ya más grave. Y hoy día, desgraciadamente, no es lo mismo la justicia.
“Las cárceles están llenas de aquella fracción social que menos derechos se le reconoce. Y, sin embargo, a la hora de enfrentar delitos de gravedad económica inusitada muy pocos entran en prisión”
Hoy mismo se ha iniciado un juicio contra el señor Fabra. Dicen que la justicia al final siempre llega, pero llega después de diez o doce años. Unos hechos que ya tendrían que haber sido juzgados, con absolución o con condena. Mientras tanto, en el camino, el presidente del Gobierno, en 2008, decía que era un político excepcional. No podemos estar contentos de que hoy la justicia esté juzgando a este señor, con su presunción de inocencia, pero alguien que ha hecho burla y escarnio de la justicia… no es un buen mensaje. Sin embargo, tú vas a una cárcel y las cárceles están llenas de aquella fracción social que menos derechos se le reconoce y menos posibilidades tiene. Y, sin embargo, a la hora de enfrentar delitos de gravedad económica inusitada muy pocos son los que entran en prisión. Y yo no soy partidario de la prisión aunque siempre me han dicho que era muy severo en ese sentido y no lo soy. Hay un desequilibro hacia el que menos tiene y más derecho necesita respecto del que más tiene y quizás abusa más de esa tenencia. A la justicia le hace falta un paso para conseguir que la balanza se equilibre.
2. CORRUPCIÓN
[Si estuviera en la piel la presidenta de la Junta de Andalucía] sería partidario de una transparencia absoluta, crearía un organismo de investigación al que se sometan todas las estructuras administrativas de la comunidad autónoma con poderes de investigación para exigir una transparencia absoluta. Esos mensajes que hoy se veían en prensa de que el Parlamento español ha votado para que no haya una rendición de cuentas, una transparencia en los órganos constitucionales… Me parece aberrante, vergonzoso y antidemocrático aunque se haya votado en un Parlamento. Las mayorías parlamentarias no están para consolidar espacios de impunidad y espacios de falta de transparencia.
“Los ciudadanos entienden que haya una Jefatura del Estado que necesite unos gastos, pero depende de qué, cómo y cuándo”
No debe haber ningún problema en que la Casa Real ponga sus cuentas. Ese argumento que dice que se les otorga para que libremente lo administren… libremente, pero dentro de un orden. Los ciudadanos tienen derecho a saberlo y no debería haber ningún problema ni por la Casa Real, ni por el CGPJ, ni por el Constitucional, ni por el Tribunal de Cuentas para que esas cuentas se conozcan. Con una explicación razonable no hay ningún problema. ¿O es que temen que porque se haya hecho un viaje a un congreso se les va a pedir cuentas? Pues se explica por qué se ha ido. Obviamente nos tenemos que relacionar, hablar con otros. Eso cuesta un dinero, obviamente, los ciudadanos entienden que eso puede suponer un beneficio para ellos. Que haya una Jefatura del Estado que necesite unos gastos, claro que sí, pero depende de qué, cómo y cuándo.
3. LA INSTRUCCIÓN DE ALAYA
Espero que mi colega no se sienta molesta por lo que voy a decir porque lo extraigo de mi propia experiencia. Entiendo que cuando se trata de personas aforadas hay que ser muy claro y cuidadoso, porque esa es la ley, y tienes que marcar los elementos que tienes, sin valoración, y someterlos al tribunal que corresponda. No puedes, ni debes retener, si ya identificas personas. Alguien me podría decir, oiga, pero usted se acuerda que cuando los GAL, estuvo mucho tiempo la instrucción en sus manos y no imputó a Barrionuevo hasta el final. Error en varios puntos: jamás se imputó a Barrionuevo, jamás se le investigó, y en los dos meses en los que aparecieron los elementos, yo sometí la cuestión inmediatamente al Tribunal Supremo. Y cuando en el caso Bárcenas, por ejemplo, aparecieron los aforados, las detenciones se produjeron el 6 de febrero de 2009 y el 4 de marzo del mismo año yo había acordado la elevación de la exposición al Tribunal Supremo de Valencia y de Madrid para que continuaran la instrucción sobre los aforados y sobre todo el procedimiento.
“Espero que mi colega no se sienta molesta. Pero los jueces tienen que ser muy cuidadosos y no jugar con aspectos que después pueden levantar dudas sobre las instrucción”
Los jueces tienen que ser muy cuidadosos en ese ámbito y no jugar con aspectos que después pueden levantar dudas sobre las instrucción. Aparte de eso, yo soy respetuoso con la independencia judicial. Hay muchas formas de llevar un procedimiento y tratar de que no prescriban las conductas. Queda muy mal que, sin conocer a fondo el asunto, que haya un marcaje de responsables políticos y que haya empresarios, por ejemplo, cuya responsabilidad se vea preterida porque ha pasado el tiempo. Eso no es un buen mensaje. Lo importante sería que hubiese todos medios, todos los elementos suficientes para que los temas que afectan a la transparencia y a la corrupción, o presunta corrupción, se clarifiquen cuanto antes porque beneficia a todos. Lo contrario también perjudica a todos.
Insisto, no quiero convertir mis palabras en una crítica hacia los jueces, que me pueden decir que este tipo de crítica la hago ahora porque ya no estoy dentro. Sigo siendo juez, eso dice la ley, aunque no ejerza, pero la imparcialidad se tiene que demostrar, y muchas coincidencias con fechas importantes a otro nivel, político o social, coincidiendo con resoluciones judiciales no son buenos mensajes. Dicho esto, es verdad que el ritmo de una instrucción quien mejor lo conoce es el juez, también el Ministerio Fiscal. Por eso, cuando surgen discrepancias en cuanto a esa tramitación hay algo que cruje, algo no funciona bien. Una cosa es tener criterios diferentes entre Ministerio Público y juez, que muchas veces se ha producido y se produce, y otra cosa es que sean discrepancias de tiempos procesales, porque eso es bastante objetivo.
4. CASO GÜRTEL
Las instituciones y la ciudadanía tenemos la obligación de no ser transigentes y benévolos con la corrupción. Ha transversalizado este país. Ahora hay una serie de casos que vienen de lejos y ha habido una falta de profundización en ese fenómeno. Lo que me aterra no es ya que me juzgaran por unas supuestas infracciones, inconsistentes bajo mi punto de vista y espero alguna vez demostrarlo, y los acontecimientos posteriores lo están haciendo. Lo que me aterra es que haya el cinismo absoluto como el de ayer en el Parlamento cuando el PP vino a decir que no hay que rendir cuentas, que Mariano Rajoy no tiene que comparecer. Eso es preocupante. ¿Por qué no puede comparecer? ¿Por qué esconder? ¿Por qué seguir mintiendo a los ciudadanos españoles? Se estuvieron ocultando circunstancias y hechos de forma permanente cuando había elementos más que suficientes para que la investigación hubiese continuado.
Ahora en un déjà vu corresponde cargarse a Bárcenas, echar suciedad sobre él. Bárcenas, que antes era el dios máximo del Olimpo popular, ahora el es más infecto de los demonios también para ese grupo político. Las cosas no van por ahí. ¿Por qué se han limpiado ordenadores y han desaparecido documentos? ¿Qué ocurre? ¿Y no obedece a un plan sistemático lo que se estaba haciendo? ¿Y no hay una concatenación de hechos? ¿O es que eran delitos fiscales en su caso aislados? El hecho que hay que investigar es ¿cuál es el hilo conductor de que esto sea así? No si hubo un delito fiscal con el empresario x o con la donación tal, sino si eso era un sistema, si había una intencionalidad desde el principio. Incluso en los precedentes, que quedaron impunes y desvelan una situación y una financiación que no respondía a los criterios correspondientes y si ahí ha habido una serie de hechos delictivos, que pueden ser incluso delitos continuados. Y entonces, a lo mejor la prescripción no se produce.
“¿Por qué no puede comparecer Rajoy? ¿Por qué seguir mintiendo a los ciudadanos? Bárcenas, que antes era el dios máximo del Olimpo popular, ahora el es más infecto de los demonios”
[¿Tendría que abrirse una causa por financiación irregular por el Partido Popular?] No. Se tiene que investigar a fondo el caso Gürtel y sus derivaciones, buscar las causas de esa actividad, que era lo que yo estaba intentando hacer en su momento. En marzo de 2009 dicté una resolución, con veintitantos indicios, respecto de Luis Bárcenas, donde decía que había fondos en Suiza y afirmaba casi con claridad absoluta que había indicios de que esto era así. Cuatro años después se descubrió que era así y durante cuatro años el muerto estuvo paseándose de un tribunal a otro, como tantas veces ha sucedido. Esto no es un buen mensaje. Hay que profundizar. Lo que digo es si la actividad delictiva que se investiga puede tener una base y esa base puede demostrar que la acción ha sido continuada, la gravedad delictiva, por tanto, es mayor.
El juez Ruz es buen profesional, tengo buena relación con él. Lo conozco, es un hombre pausado, discreto y que está haciendo su trabajo. Lo podría hacer de otra forma o como lo está haciendo, lo importante es que llegue al fondo de la cuestión y que los ciudadanos, cuando vean el resultado de esa investigación, puedan decir que la justicia ha respondido a las expectativas que se esperan de ella.
5. SEPARACIÓN DE PODERES
No quiero parecer pedante ni soberbio, que no lo soy. Me importa muy poco lo que piensen corporativamente los jueces. ¿No me han apoyado? Ellos sabrán por qué no lo han hecho, pero ha habido gente que sí. Ha habido posiciones de asociaciones que también, y otras que han discrepado. Me parece justo: si no estás de acuerdo con una persona tienes que ponerlo de manifiesto y no hacer bloque corporativo para defenderlo. Me procuraré defender, solo o acompañado. Prefiero estar acompañado, como dice el aforismo africano: el desierto se puede cruzar solo más veloz pero si vas acompañado es más seguro. El juez en España es un elemento que muchas veces se la tiene que jugar solo y, sobre todo, el juez de instrucción. He sido juez de instrucción toda mi vida, y te tienes que enfrentar a situaciones críticas que tienes que resolver con el mejor criterio. He seguido siempre una misma línea de protección a ultranza de los derechos de las víctimas, pero también de compromiso proactivo de la justicia. No entiendo la justicia pasiva, sin acción, sin apoyo, sin iniciativa. No la entiendo. Quizás por eso me ha costado el puesto.Los jueces son ese elemento en los que los ciudadanos ven que el Estado de derecho funciona y si el último baluarte falla, todo se cae.
“En España, a los jueces se les ha imputado mucho que hemos consentido la práctica de la tortura. Ha habido muchas veces en que eso ha sido así y merece que hagamos una autorreflexión”
Montesquieu estaba equivocado en algunas cosas. Hablaba de ese juez que tenía que, casi milimétricamente, aplicar el principio de legalidad estricto y, con orejeras, no hacer nada. En la independencia y el equilibrio entre poderes, tenía razón. Pero en un estado democrático en el que el Estado de derecho funciona, todos los poderes del Estado deben actuar de forma independiente, equilibrada, pero integral. La defensa es de los tres poderes y del conjunto de la sociedad. Y todos tenemos que tener una idea clara frente fenómenos que pueden atacar al núcleo del Estado, el terrorismo por ejemplo. Pero la defensa del terrorismo no significa traspasar los límites. En España, a los jueces se les ha imputado mucho que hemos consentido la práctica de la tortura, de los malos tratos, y no falta razón a quien así lo dice. Ha habido muchas veces en que eso ha sido así y merece que hagamos una autorreflexión. No obstante, cuando esa crítica se exacerba, desconocen todas las iniciativas que hemos hecho algunos para que eso deje de ser así. Entre todos tenemos que hacer ese esfuerzo conjunto. Ahí redefinimos lo que debe ser, lo que Montesquieu quiso decir, independencia de poder, vigilancia entre los mismos para que haya equilibrio, pero no descomposición del Estado.
6. LOS GAL
[Sobre el subcomisario Amedo y sus últimas declaraciones. ¿Ha tenido alguna vez la sensación de que tenía fundamento el reproche de que usted entró a fondo en la instrucción del caso GAL por el resentimiento que sentía por haber sido maltratado por el gobierno en el que estuvo?] No, eso es un absurdo histórico. Tantas veces dices algo aunque sea una mera apariencia, que al final acaba siendo verdad entre comillas. Sería un poco largo de explicar pero a la vez es muy sencillo. ¿Para qué? ¿Alguien puede entender que una persona se juegue su futuro, la persecución de la que fui objeto, las investigaciones, la interceptación de mis comunicaciones? ¿Que entraran dos veces en mi domicilio, las querellas reiteradas? Yo no soy masoquista. Por contra, es algo mucho más sencillo.
“Mi instrucción fue ratificada por el Supremo y el Constitucional. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos dijo que quizás no hubo la imparcialidad absoluta. Lo asumo. Si se revoca, se revoca, ese es el juego del Estado de Derecho”
El proceso estaba abierto. Lo que ocurre es que si inicio y continúo una investigación, lo voy a hacer. Ya lo había hecho con Amedo y Domínguez. En julio de 1988 ordené su prisión incondicional. El abogado Jorge Argote, cuando dijo que su cliente, Amedo, se iba y me negué, salió corriendo despavorido al Ministerio del Interior diciendo que estaba loco. No. Creo que el Estado de derecho tenía que responder y mi instrucción fue ratificada por el Supremo y el Constitucional. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos dijo que quizás no hubo la imparcialidad absoluta. Lo asumo. Si se revoca, se revoca, ese es el juego del Estado de derecho. Pero todos los pasos que se dieron fueron con arreglo a derecho. Que este señor venga al cabo del tiempo a decir esto… Me da pena que aún sigamos experimentando con este tipo de sujetos, que además de la inconsistencia, si alguna vez tuvieron un mérito por hacer algo por el Estado de derecho, lo perdieron.
7. EL FRANQUISMO Y LA TRANSICIÓN
No lo hicimos totalmente bien. Desde mi experiencia estudiantil, no estuve de acuerdo. Era de los que votábamos y peleábamos por la ruptura. También se entiende que hubiera gente que en un momento crítico pensara que había que pactar y ver por dónde discurría una senda. Y lo entiendo y lo respeto. Lo he reconocido en España y en muchos otros sitios. Eso sí, desde entonces y hasta hoy han pasado 35 años y hemos tenido tiempo de hacer una autocrítica y de prestar mínima atención a las víctimas del franquismo. Que el grupo de trabajo de desapariciones y detenciones arbitrarias [de la ONU] venga ahora a España, que se entreviste con instituciones, también con mi fundación, con profesionales y que todos les dijéramos lo que pasa… Y que ellos digan que España es el único lugar donde no se ha hecho esa autocrítica, donde no se ha hecho absolutamente nada por las víctimas de una dictadura, que por más de 150.000 siguen todavía desaparecidas, sin una respuesta institucional…
Yo me sentí abochornado, muy preocupado y asustado cuando se inició la investigación para decidir sobre si había competencia o no en la investigación de los crímenes franquistas. Comencé a pedir información y no había ninguna información sistematizada en ninguna institución del Estado, sólo en algunas comunidades autónomas se había hecho algo. ¿Eso qué significa? ¿No dice algo del espíritu de la transición? ¿Nadie se ha ocupado si quiera en cuantificar las víctimas de la dictadura? Vamos a Latinoamérica y hay memoriales. Yo mismo estoy trabajando en el espacio para la memoria en Argentina dirigiendo un centro de derechos humanos de la UNESCO que está en la Exescuela Mecánica de la Armada, donde 5.700 personas fueron desaparecidas y solo 160 recuperaron la vida. Y es un espacio de 17 hectáreas para la memoria, donde están organismos de derechos humanos. Donde cada día, cuando entro a mi despacho, veo colegios enteros donde están viendo eso de perdónennos porque algo no hicimos bien, de soldados que están allí. Eso yo querría verlo en mi país. ¿Qué pasa? ¿Qué setenta y tantos años después aún no somos capaces de asumir que aquí ocurrió lo que ocurrió y que después una parte de la sociedad fue silenciada? Y oír afirmaciones como, cuando la investigación se produjo, “los rojos enterrados como perros bien enterrados están”.
“¿Qué pasa? ¿Qué tenemos que seguir escuchando que los rojos enterrados como perros bien enterrados están?”
He visto muchos países, he estudiado el fenómeno en profundidad en muchos temas, y me afecta. Esa transición, desde mi punto de vista, pecó de que había que mirar hacia adelante sin tomar en cuenta que los gigantes, cuando tienen los pies de barro, caen antes o después. Y ahora vivimos consecuencias. Hubo un lunar muy grande, un olvido inducido, que fue el de las víctimas del franquismo. En otros ámbitos, el cambio fue fundamental, el esfuerzo. Pero desgraciadamente, faltó. Incluso lo entiendo. Lo que no entiendo es que años y años después, el único intento fue la ley de memoria histórica, que además no fue votada por todos.
Yo no tengo nada que imputar a mis maestros, aquellos de los que aprendí. Jueces honestos y trabajadores al margen de la ideología que tuvieran. Pero la justicia no pasó la transición, la transición no pasó por la justicia. El poder judicial continuó exactamente con sus estructuras y fue acomodándose a lo largo de la democracia con reformas. Yo tuve la suerte de no plantearme si jurar o no jurar los principios del Movimiento Nacional porque entré en el 1981. Por tanto, fuimos la promoción de jueces que juramos la Constitución. Los anteriores… yo creo que no ha habido una renovación del juramento. Por supuesto, no voy a decir que no cumplan la Constitución, pero hay actos simbólicos como el que se ha producido 40 años después del golpe militar en Chile por Pinochet en el que jueces del Tribunal Supremo chileno y la asociación nacional de jueces han pedido perdón por la omisión y el silencio de la justicia durante la dictadura. Eso es importante. Ahí se ha producido la evolución de la justicia chilena, como se produjo en el momento en el que desaforaron a Pinochet y en el momento en que hicieron frente. Con ayuda internacional, sí, pero así debe ser.
“La transición pecó de que había que mirar hacia adelante sin tomar en cuenta que los gigantes, cuando tienen los pies de barro, caen antes o después”
[Preguntado por el caso Pinochet] Creo que la justicia universal y la jurisdicción universal han producido avances que es difícil retrotraerlos. La historia de los países a los que ha afectado, ahí está. España jugó un papel fundamental y no fue el acto de un juez, sino de ese y otros muchos y, sobre todo, el esfuerzo de las víctimas, que siempre han estado ahí. El Estado no estuvo a la altura. Eso ya es un acervo que no se va a perder. Ahí está el ejemplo de Argentina, donde se están sometiendo a gran parte de los represores a juicios por crímenes contra la humanidad y ya se está investigando los aspectos económicos que sustentaron el golpe y la represión, que es muy importante y profundiza en lo que es la idea de justicia no solo penal, sino social y reparadora. En España me siento muy triste porque, es verdad, ya no hay gente apenas viva, pero me reconforta, al contrario que otros señores que incluso nos llaman traidores, que una jueza argentina en base a la jurisdicción universal decida perseguir a aquellos represores que cometieron hechos delictivos durante la dictadura porque aquí no se está investigando. Me apena mucho que las instituciones judiciales, especialmente el Tribunal Supremo haya cerrado la puerta a las víctimas. Que haya cerrado la puerta a Baltasar Garzón, me da igual, ya la abriré. Pero que se la hayan cerrado a miles y miles de víctimas me duele mucho como español. Ninguno de los españoles se va a rasgar las vestiduras por que haya un apoyo institucional a la apertura de fosas o una reparación. ¿Qué sucede aquí para que el Valle de los Caídos todavía siga siendo el mausoleo del fascismo? No me lo explico. ¿Quieren reconciliación? ¿Por qué no hacemos un monumento para las víctimas de la dictadura franquista? Y el señor que está allí reposando sus restos que repose en su pazo o en lo que queda de pazo.
“Que el Supremo haya cerrado la puerta a Baltasar Garzón, me da igual, ya la abriré. Pero que se la hayan cerrado a miles y miles de víctimas me duele mucho como español”
La justicia es uno de los poderes del Estado. El Estado se forma por la instituciones y por los ciudadanos. Si la justicia se imparte en nombre del pueblo y el pueblo es víctima, la justicia tiene un papel que hacer. Levantar un cadáver no le corresponde al parlamentario de turno, le corresponde al juez. La dignidad y el respeto de las víctimas exige que el juez o el fiscal estén presentes allí. Si hay responsables es el juez quien tiene que determinarlo, lo cual no tiene que decir que una persona con 90 años tenga que ir a prisión. ¡Ojo! Los nazis con 96 años que fueron juzgados están en prisión, estamos hablando de crímenes de lesa humanidad. La justicia tiene un papel y la política otro. Es el Estado el que no ha respondido adecuadamente en sus instituciones hacia las víctimas. Lo han hecho algunas comunidades autónomas, entre otras, Andalucía.
8. WIKILEAKS
Me llamó un amigo periodista y me dijo que Julian Assange quería tener una conversación conmigo y acepté. Me llamó y que pidió que asumiese la defensa de sus intereses. Primero quise hablar con él y me desplacé a Londres para hablar. Al final de una larga conversación le dije que aceptaba con dos condiciones: una absoluta independencia en el planteamiento de la defensa y dos, que la actuación iba a ser altruista, sin percibir honorarios, porque para mi entender la causa era una causa justa y entendía una clara, clara persecución por parte de EEUU contra alguien que propició, él y WikiLeaks, un conocimiento de malas artes, malas prácticas, comportamientos poco éticos e incluso delictivos bajo la cobertura de una acción diplomática que para nada se entiende entre países democráticos. Y que en algunos casos llegó al ocultamiento de hechos delictivos graves. Que alguien transmita cuando simultáneamente nos están invadiendo con intervenciones masivas de nuestra intimidad me parece algo alentador, que fortalece la transparencia de la información y la libertad de información y de prensa y de conocimiento, de acceso a la información. Hay un antes y un después de WikiLeaks y este hombre se la ha jugado. Lo está pagando, al estar asilado en una embajada enclaustrado por unos hechos que claramente son defendibles, lo que ocurre en Suecia. No tenemos ningún problema en afrontarlos. Pero tenemos la convicción de que detrás existe un procedimiento secreto en Estados Unidos en el Gran Jurado donde hay acumulaciones de elementos para llevarlo ante ese Gran Jurado y que no vuelva a salir en el resto de sus días. Eso es muy grave, merece la defensa y por eso estamos ahí.
9. CONVOCATORIA CÍVICA
Creo que es necesario en los tiempos que corren comprometerse políticamente. Comprometerse políticamente no significa nada peyorativo como desgraciadamente es entendido por muchos, creo que de forma interesada. Hay interés por lo que no se participa en la política. Que los ciudadanos vivan, duerman… pero no participen en la vida pública. Lo que pretendemos es que se produzca todo lo contrario. Lo que sucede en España y en el mundo nos afecta a todos y de alguna forma tenemos que participar activamente en ello. Esa es la idea de la convocatoria. Esta convocatoria tiene un sesgo ideológico claramente progresista pero para nada integrista. Es muy plural, a nadie se le impide que se sume a esa iniciativa en cuanto tengamos muy claro que buscamos una transparencia mayor en la política, un compromiso mayor, una participación más activa y directa de los ciudadanos, un control de los políticos y, por tanto, una rendición de cuentas, un contrato electoral. En definitiva, cosas que todos queremos y que es bueno y que a veces o no nos ocupamos de ello o nos han mostrado que tampoco es demasiado interesante. Es lo contrario, es absolutamente necesario. Vivimos en el mundo de la comunicación. En la presentación me decían que soy muy mediático o protagonista, pero es difícil no ser protagonista cuando vivimos en un mundo en el que los medios de comunicación están en todos y cada uno de los poros de nuestra sociedad. Yo creo que eso no es malo, la sociedad debe conocer quiénes somos, qué hacemos y por qué lo hacemos. Las cosas deben quedar expuestas al juicio público. Esa idea de que aquí se hace todo con un cabildeo no me gusta, no me ha gustado nunca y mucho menos ahora.
[Ir a las elecciones europeas?] Es un debate que está en discusión. Algunos compañeros de Convocatoria Cívica están por la labor de presentar una candidatura y otros, como corresponde a una iniciativa plural y progresista, no están en esa dinámica. Al final, se hará lo que la mayoría quiera, lógicamente aportando aquellos nombres o aquellos perfiles que elijan los propios ciudadanos que están de acuerdo con esa iniciativa. Les adelanto que yo no estaré en esa lista. Voy a estar apoyando la iniciativa, peleando, luchando por ella y a todos aquellos que se sumen, si es que puedo ayudar en algo. Yo creo que quien vaya en esa opción, que me parece legítima e incluso buena, tendrá que ser de abajo a arriba y no de arriba a abajo.
10. VIDA Y COMPROMISO
Estudié derecho para ser juez. Lo hice así. Con 17 años, estudiando COU nos dieron una orientación universitaria. Una de las charlas fue la de Derecho y la profesión de juez y le pregunté al orientador, el juez de distrito de Jódar (Jaén), que era el padre de Lorenzo del Río, mi compañero de cuarto en Baeza, hoy presidente del TSJA. Estudiamos desde COU juntos, fuimos parejos y aprobamos la oposición en el mismo tiempo. Eso me marcó el destino. Después de oírle dije: yo quiero ser juez. Lo haría otra vez. Creo que el derecho es una de las materias que más pueden ayudar a la sociedad, es un elemento fundamental. Estudié mucho en la facultad, pero también peleé mucho. Nos la jugamos en toda la dinámica que había en aquel momento. Trabajaba también en una gasolinera en las Cabezas de San Juan ayudando a mi padre por las noches, por las mañanas venía a la facultad y aún quedaba tiempo para hacer cosas. Desde el principio, quise ser juez. Recuerdo una anécdota. Incluso, por mi expediente, me propusieron para el premio fin de carrera y yo estaba tan concentrado en estudiar las oposiciones que ni siquiera saqué el título en ese momento para presentar mi opción y se lo dieron a otro. Luego me enteré y me enfadé mucho porque daban un dinerito que en aquel tiempo venía bastante bien.
[¿De dónde le viene el compromiso?] Soy una persona muy vital, para bien y para mal. La vida la tenemos una vez y, como decía Neruda, al final tenemos que decir algo así como confieso que he vivido. No me quiero morir sin haberla disfrutado y haberla sufrido plenamente. Supongo que hay una serie de circunstancias que pasan por la educación o el modus vivendide mi familia, del compromiso de mis padres. También nací en una época, viví parte de la dictadura, el final de la dictadura aquí en Sevilla, en la facultad de Derecho. Vivo muy cerca de aquí, mis padres vivien muy cerca de aquí. Mi padre falleció y mi madre y mis hermanas viven aquí. Toda esta zona, que yo conocí en el fin del franquismo y la transición. Eso te marca. Ese compromiso, esa rebeldía, ese querer hacer algo por algo que estaba suciendo y cambiando. Luego hay frustraciones cuando ves, después de muchos años, que se han quedado cosas en el baldío y olvidos muy duros que aun hoy todavía, y tiene que ver bastante con mi historia personal, no hemos solucionado desgraciadamente los españoles.