‘THE INDEPENDENT’ LAS COMPARA CON FRANCO
Las pretensiones de la alcaldesa de atraer más turistas hasta la capital una vez que el sueño olímpico se esfumó se han visto empañadas con el puñal que le clavó esta semana el periódico británico, que tildó las futuras normas de convivencia ciudadana como “la mayor represión en Madrid desde el general
Franco”. Para el rotativo, lo más sorprendente es que “pueda convertirse en un delito grave” la colocación de una maceta. De hecho, compara la batería de medidas propuesta por Botella con “la mayor serie de cambios en la legislación civil de la capital española desde la ley Policía y Buen Gobierno de 1948”.
Franco”. Para el rotativo, lo más sorprendente es que “pueda convertirse en un delito grave” la colocación de una maceta. De hecho, compara la batería de medidas propuesta por Botella con “la mayor serie de cambios en la legislación civil de la capital española desde la ley Policía y Buen Gobierno de 1948”.
The Independent también muestra sorpresa por las futuras multas “por usar bancos para algo que no sea sentarse”, “ofrecer servicios de Tarot en la vía pública”, “alimentar o andar con perros molestos”, “ejercer de músico callejero”, “sacudir alfombras en la calle” o “usar maquetas de barcos en estanques municipales”.
"Multa por una colilla pero quiere un vacío legal para Eurovegas"
El diario advierte de que la normativa municipal quiere directamente la futura prohibición de acampar en la ciudad con los movimientos de protesta del 15-M: “Protestas públicas de larga duración pueden llegar a ser más difíciles”, explica. Para rematar, el artículo encuentra una contradicción en el hecho de que en la ciudad de Madrid vayan a estar prohibidos el juego en la calle o sancionado con 750 euros tirar una colilla a la vía pública “cuando Madrid está luchando para crear un vacío legal” para ceder a las pretensiones de Eurovegas.
La alcaldesa quería “revertir la caída del turismo” en el menor tiempo posible para salvar Barajas vendiendo “marca Madrid”. La idea de Botella es promocionar el plan en Reino Unido, Alemania, Estados Unidos y países emergentes como Rusia, Brasil y China. Sin embargo, el artículo demoledor del diario podría provocar el efecto contrario: que los turistas eviten pisar Madrid por miedo a ser multados. Mientras Botella espera que la oposición avale su código de conducta para andar por Madrid, Aena y la Comunidad están a la gresca por evitar ser señalados como los culpables de la caída estrepitosa del aeropuerto de Barajas.
Para el gestor aeroportuario, la causa de que el aeródromo madrileño haya perdido 17 millones de pasajeros desde 2007 se debe a la dura competencia de la red de ferrocarril de Alta Velocidad (AVE), a la crisis económica y al proceso de reestructuración de Iberia. De hecho, su presidente José Manuel Vargas defendió la semana pasada ante la prensa que la caída de pasajeros no está relacionada con las subidas de las tarifas aeroportuarias, una teoría que defiende la Comunidad de Madrid para justificar la caída.
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