El mandatario, que se encontraba entonces en el poblado de Lagunillas (capital de la provincia de Cordillera) festejando e inaugurando obras públicas, aseguró que así “vengan las amenazas y ofensas”, morirá con esa posición.
Morales sopló las velas de una torta que le prepararon y recibió regalos de autoridades regionales, militares, dirigentes indígenas y campesinos.
“El mejor regalo para mí, de los movimientos sociales, sean obreros u (indígenas) originarios, es cómo profundizar el antiimperialismo, el antineoliberalismo y el anticolonialismo, sería el mejor regalo de los movimientos sociales, de los dirigentes sindicales”, dijo Morales, según informó AFP.
“La unidad será la derrota del imperio y el triunfo no solamente del pueblo boliviano sino del mundo entero. Mientras exista el imperialismo norteamericano o el imperio de cualquier parte del mundo, o el sistema capitalista, la lucha seguirá”, indicó.
El presidente Morales es el primer indígena en asumir la presidencia de su país. Llegó al poder en el 2006 y se presentará en las próximas elecciones del 2014.
El Comercio
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