jueves, 17 de octubre de 2013

Me gritaron negra

La identidad y el orgullo de ser quién se es y de ser quién no se es. Identidad y orgullo, dos palabras malditas y maldecidas. Muchas veces oímos que no son necesarias, que sólo traen problemas y separaciones. Cómo duele la diferencia. Somos tremenda y grandiosamente diferentes, tanto que a veces somos muy semejantes. 
Orgullo e identidad son necesarios. Son fruto de la voz despierta y feroz que no sucumbe a los murmullos de un estado, de una comunidad de vecinxs mal avenidxs. Generalmente, la identidad y el orgullo pasaron por las estrecheces de la angustia, el miedo y la inadecuación. Por el deseo de no ser quién se es y por el robo de los sueños que lxs otrxs tuvieron sobre ellos. 
Hoy escucho a esta mujer y lloro, conmovida por su verdad. Por ese orgullo que reclama identidad. Por esa identidad clamada con orgullo.
  

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