Cecilia Denis, portavoz de Amnistía Internacional, critica las actuaciones del Gobierno del emirato, la FIFA y varias multinacionales, que permiten la situación de casi esclavitud de los trabajadores que construyen los estadios para el Mundial de 2022
Trabajan doce horas al día durante los siete días de la semana a temperaturas cercanas a los 50 grados. Apenas tienen descanso y mucho menos vacaciones, y no pueden renunciar y dejar el país. Esta casi situación de esclavitud es la que rodea a los empleados que se dedican a edificar a marchas forzadas en Qatar los estadios e infraestructuras para el Mundial de fútbol de 2022. Es la cara oculta del torneo, amparada por el Gobierno, organismos y multinacionales -alguna española, como OHL-, denunciada por Amnistía Internacional en un informe bajo el título El lado oscuro de la migración: El foco sobre el sector de la construcción de Qatar de cara a la Copa Mundial. Cecilia Denis, portavoz de la ONG, cuenta la situación de estas cientos de miles de personas en el diminuto pero influyente emirato del Golfo Pérsico.Seguir leyendo: publico.es
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario