Liliana tiene 27 años y trabaja en una maquila nicaragüense desde
que cumplió los 18. Fue la única salida que encontró para alcanzar la
independencia económica. Con dos hijos, denuncia que en ocasiones su jornada
laboral se extiende durante 24 horas, y espera que sus hijos no acaben
empleados en las mismas condiciones. Tras 14 años de trabajo, Estrella padece
varias enfermedades y dolencias asociadas al trabajo en la maquila:
desde problemas en la columna provocada por movimientos repetitivos hasta
sinusitis crónica, debido a la aspiración de las pelusas resultantes de cortar
los tejidos. Son dos de los testimonios divulgados por Oxfam Intermón, que
este lunes ha hecho público un informe que contrapone la vulneración de los
derechos laborales que genera este modelo productivo a la alternativa del comercio
justo.
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