.
Miles de personas se concentraron este sábado en ciudades como Tel Aviv, Haifa y Jerusalén para expresar su repulsa a la violencia y exigir al Gobierno de Benjamín Netanyahu el fin de la instigación extremista, tras dos días de ataques contra la comunidad gay y la familia palestina Darawsha, que han conmocionado al país.
En la madrugada del viernes un bebé palestino murió y otros tres miembros de la misma familia resultaron heridos críticos en un incendio premeditado contra una vivienda en la localidad cisjordana de Duma y atribuido, según todas las sospechas, a radicales judíos. El suceso se producía pocas horas después de que el jueves seis participantes en la marcha del orgullo gay en Jerusalén resultaran heridos al ser apuñalados por un judío ultraortodoxo que había salido de prisión recientemente tras cumplir una pena por un ataque similar hace una década.
Seguir leyendo: librered.net
No hay comentarios:
Publicar un comentario