Julio Anguita lo podía haber dicho más
alto, pero nunca mejor. Y no es una ocurrencia ni una pulsión. Julio, como
mucha otra gente que es sistemáticamente silenciada a pesar de su valía, desde
luego sí ha estimado lo que supondría tomar semejante decisión, si es que algún
día se dieran las condiciones para hacerla efectiva, como también ha valorado
lo que supone no tomarla y confiar en cantos de sirena.
Y es que a estas alturas el que no lo
entienda o no lo quiera entender tiene un grave problema; un problema que nos
hará compartir al resto. Pero poco se puede hacer, aparte de insistir y confiar
en que esta necesidad vaya, como siempre poco a poco, llegando a alguien antes
de que sean los hechos los que lo griten (porque decirlo ya lo dicen).
No hay comentarios:
Publicar un comentario