"Nuestros
abuelos y abuelas vivieron muchos años y no se enfermaban porque comían
alimentos sanos", comparte una participante del encuentro de "Soberanía
Alimentaria" que realiza la Coordinadora Nacional de Viudas de
Guatemala -CONAVIGUA-, parte de la CLOC Vía Campesina.
Mujeres de diferentes
regiones del país comparten y discuten con preocupación las políticas
de consumo de alimentos importados, de grandes marcas y que carecen de
los nutrientes que necesita todo ser humano para un desarrollo físico
saludable.
También refieren que
la falta de políticas desde el gobierno para que la población se
alimente de forma adecuada y saludable se refleja en el incremento de la
desnutrición e inseguridad alimentaria que se vive en Guatemala, según
datos que registran autoridades de la cartera de salud en lo que va del
año 2013 han muerto 73 niños por desnutrición.
La lucha y aporte de
las mujeres encaminadas a combatir en hambre y a consumir alimentos
ricos en nutrientes, ha sido desde siempre señala María Canil Grave de
la Junta Nacional de -CONAVIGUA-, quien agrega que la organización desde
hace varios años ha promovido e impulsado capacitación y acompañamiento
a mujeres de diferentes regiones del país en el tema de la agricultura
sostenible en donde las mujeres tienen contacto con la madre tierra
cultivando verduras, frutas, legumbres de forma agroecológica.
Señala que dicho
trabajo ha sido autosostenible porque en el proceso se ha capacitado a
las mujeres a conservar las semillas nativas, a elaborar su propio abono
orgánico y con dicha práctica no se contamina la tierra. Reiteró que
uno de los problemas que enfrentan es que las mujeres no tienen acceso a
la tierra, la tierra no está a nombre de ellas y muchas veces no son
ellas las que deciden qué sembrar y qué cultivar, siendo ellas las que
deben enfrentar la crisis alimentaria y la pobreza.
Canil dijo que uno de
los objetivos de CONAVIGUA es que las mujeres puedan ampliar su
experiencia y conocimientos y los pongan práctica con el cuidado de la
madre tierra defendiendo y consumiendo lo que en cada comunidad se
produce, asimismo el impulsar mercados municipales y locales para
promover el desarrollo de las familias y que se visibilice y reconozca
el trabajo fundamental de las mujeres.
Por su parte María
Elena Barrera Vicente de San Pedro Jocopilas del departamento de El
Quiché, dijo que es fundamental que las familias produzcan sus propios
alimentos en base a la agroecología porque de esa manera se cuida la
madre tierra y se obtienen alimentos libres de contaminación, eso
beneficia a quienes los consumen porque se alimentan y se nutren.
Reiteró que quienes
gobiernan el país no les interesa que la población se alimente de forma
adecuada por eso sus políticas están encaminadas a proyectos
asistencialistas como las llamadas "bolsas solidarias o mega bolsas" que
cuyo contenido es alimento transgénico y en mucha ocasiones alimentos
que ya están vencidos. "Con esas políticas lo que hace el gobierno es
favorecer las propuestas de las grandes empresas, el gobierno no ha
pensado en la salud de los pueblos, en la salud de Guatemala pero si
piensa en el bien de las empresas que contaminan el medio ambiente y
dañan la madre tierra con los químicos que utilizan para cultivar los
alimentos transgénicos", indicó Barrera Vicente.
"Nosotras en nuestra
comunidad sembramos lo que comemos sembramos rábanos, lechuga,
zanahoria, cebolla, pepino entre otras cosas", dijo Gregoria Icu Samol
de San José Poaquil Chimaltenango, quien agregó que en su comunidad las
mujeres han puesto en práctica lo aprendido en los procesos de formación
de la organización para obtener y consumir alimentos saludables.
Agregó que en el
proceso de la agricultura ya no utiliza abono químico ni insecticida que
daña la tierra sino todo es elaborado por las mismas mujeres, hizo un
llamado a que las familias consuman lo que cosechan y que sea el
excedente el que vendan, llamó a ya no se dejarse engañar con frutas y
verduras que tienen una buena apariencia a los ojos pero que muchas
veces no se analiza que ha sido producido a puro químico.
Las
entrevistadas coincidieron en el llamado a las familias a fortalecer
sus conocimientos y ponerlos en práctica, a ya no depender de los
grandes mercados que ofrecen productos contaminados sino poner en
práctica el legado de los abuelos y abuelas y a exigir al gobierno se
respete y se haga cumplir el derecho a una alimentación de calidad para
todas y todos.
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