En una primera toma de contacto, Lafkir parece solo un niño que no aparenta sus veinticuatro años. Pero su extrema delgadez y la profundidad de sus ojos verdes nos hacen intuir que tras su juventud existe un cúmulo de vivencias que jamás podremos comprender en su justa medida. Camina con firmeza y disimula la inmovilidad de su brazo. Y quizá sea posible que ante el mundo, con su sonrisa constante, pueda ocultar el rostro amargo del activista por los Derechos Humanos que lleva dentro de él, torturado y despreciado hasta la saciedad por un régimen opresor que somete a su pueblo; pero en su interior conviven toda una amalgama de sentimientos que obligan a estremecerse cuando, a tan solo unos centímetros de mí, se atreve a afirmar que está preparado para morir por su pueblo.
Seguir leyendo: poemariosaharalibre.blogspot.com.es
Seguir leyendo: poemariosaharalibre.blogspot.com.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario