Punto Final
El proceso
de beatificación y canonización de Oscar Arnulfo Romero no ha sido fácil. El
pueblo salvadoreño y todo el pueblo de América Latina lo han proclamado
tempranamente como San Romero de América. Pero ha habido resistencias y
dilaciones de parte de quienes aducen que no es prudente beatificarlo, por ser
un personaje incómodo y ajeno a la predicación tradicional. Estas dificultades
las ha superado el Papa Francisco al reabrir “el caso Romero”, inserto en una
dolorosa y larga historia, regada en todo el continente por la sangre de muchos
que fueron solidarios con los pobres. Por eso, el 23 de mayo será recordado
como un día en el que se hizo justicia, al menos en el ámbito eclesial. Esto,
porque hasta hoy no se ha aclarado ante los tribunales salvadoreños el
asesinato de monseñor Romero, no obstante estar precisada la información sobre
los autores del crimen y sus inspiradores.
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