República dominicana concluyó en el mes de julio la implementación de un plan de regularización migratoria, tratando de reglamentar el estatus de miles de indocumentados, en particular haitianos, que se encuentran en su territorio.
Para algunas organizaciones el levantamiento de un muro en la frontera que divide ambos Estados, es la única manera de evitar el retorno a suelo dominicano de los ciudadanos de la vecina nación que no pudieron acogerse a dicho plan y que serán deportados a su país.
La meta de los grupos que aspiran a la construcción del muro en la línea fronteriza es ambiciosa.
La propuesta encuentra opiniones a favor y en contra entre los ciudadanos. Algunos la ven como un exceso de patriotismo por parte de las entidades que la promueven, mientras que para otros se trata de una forma de salvar la soberanía nacional.
Más de 300 mil personas, la mayoría haitianos, se inscribieron en el Plan Nacional de Regularización de Extranjeros implementado durante más de un año por el gobierno dominicano, pero los nacionales de ese país que viven en territorio dominicano se estima en cerca de un millón.
Mientras tanto, las deportaciones de haitianos iniciaron hace aproximadamente un mes sin que las autoridades hayan tomado iniciativas para reforzar la frontera y así evitar su retorno a esta parte de la isla.
Stephanie Andujar,República Dominicana.
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